CÚPULA

Tradición en la sangre: Iztapalapa, el pueblo de la Pasión de Cristo

En camino de ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, la representación de la Pasión es un acontecimiento de orgullo para los pobladores que cada año la llevan a cabo

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: El Heraldo de México

El pueblo de Iztapalapa, con sus ocho barrios y colonias aledañas, heredó una tradición que se ha transferido por nueve generaciones y que, a lo largo del tiempo, convirtió una tradición en fe y amor para aquellos que atestiguan de cerca la representación.

La tradición se ha convertido en una parte importante de sus genes y la continúan con orgullo desde el nacimiento hasta la muerte.

De acuerdo con Juan de la Cruz Galicia Cañas, vocal del Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C. (COSSIAC), la tradición de llevar a cabo una representación en ese lugar inició en 1833 cuando se vivió una epidemia de cólera morbus que entró por Veracruz y que dejó a la población de Iztapalapa como una de las más afectadas. 

La mortandad alcanzó su punto más alto y, cuentan los ancianos de manera coloquial, que por esos años “las personas enterraban un día a su papá, otro día al hermano por la mañana y a uno mismo lo estaban enterrando por la tarde”. 

Esa situación ocasionó que los jóvenes, principalmente, fueran a pedirle al párroco que les prestara la imagen del Señor de la Cuevita —imagen representativa de Iztapalapa— para llevarlo en procesión y de esta manera, a través del amor y el inmenso dolor por la pérdida, lograr el milagro, gracias al Señor milagroso, de expulsar la epidemia.

Efectivamente, el padre les permitió que llevaran la imagen por todo el pueblo de Iztapalapa y, cuenta la tradición, al tercer día ya no se presentaron más decesos.

Desde ese momento comenzó a venerarse la imagen, en agradecimiento por el milagro y al transcurrir diez años de la epidemia, los pobladores empezaron a ofrecer al Señor de la Cuevita, una representación del Vía Crucis y la Semana Santa.

Al inicio, la representación y recorrido se hacía con imágenes religiosas, conservadas en el santuario y en las casas de la población.  Y no fue sino hasta principios del siglo XX cuando los pobladores se dieron a la tarea de recrear la representación actoral del Vía Crucis, pero todo fue de manera empírica: lo hacían en la explanada de la iglesia de San Lucas, patrono de Iztapalapa. La crucifixión se llevaba a cabo en el atrio del Santuario del Señor de la Cuevita, donde existe un montecito a un costado del atrio. El tiempo y los acontecimientos históricos son parte de lo vivido durante las 180 representaciones que se han realizado desde aquellos años.

Foto: (INAH/Mauricio Marat) 

LOS ACTORES

El inicio de toda la representación se da con la asistencia de los organizadores a una entrevista con el rector de la Catedral, quien, a su vez, los presenta con el obispo. Todo inicia con una serie de misas que se realizan cada domingo para pedir permiso y perdón; la ceremonia continúa hasta el día del inicio de la representación, pero antes, los actores ya han sido elegidos. 

La convocatoria para seleccionar a los personajes que representarán a los judíos y actores secundarios se lleva a cabo entre octubre y noviembre. La selección de los papeles que tendrán las mujeres se realiza el primer domingo de enero, y, los aspirantes al papel de Cristo se inscriben ese mismo día.

El segundo domingo de enero se eligen a todos los apóstoles, criados y otros actores principales. Es en este momento cuando se entrega el parlamento y en el tercer domingo del mismo mes empiezan los ensayos para todos. 

En total son más de 160 actores con parlamento, contando a los nazarenos y a decenas de caballos de la policía montada.

 

SELECCIÓN DEL PAPEL PRINCIPAL

Sin duda el papel más codiciado por los pobladores de Iztapalapa es el del protagonista del Calvario. El joven que representará a Cristo debe cumplir con una serie de requisitos: medir entre 1.75 y 1.85 metros, tener una edad mínima de 18 años, ser soltero, no tener hijos, tampoco debe tener tatuajes, deberá estar libre de vicios, ser católico y haber presentado su primera comunión. 

Un último e importante requisito deber cumplir: ser originario de uno de los ocho barrios de Iztapalapa. La comisión de honor y justicia será la encargada de investigar las referencias de los seleccionados. Todos los detalles se integran en la convocatoria, que también estipula que el actor debe solventar sus propios gastos, incluyendo, la de sus ropas y accesorios.

Para la representación de este año, la 181, se eligió a Christopher Gómez para el papel de Cristo y, en el caso de María, es Michelle Alejandra Mendoza Galicia.

 

SÍMBOLOS DE LA PASIÓN

La cruz que será utilizada durante la representación es elaborada por la familia Juárez, una estirpe de carpinteros que por más de 40 años ha fabricado la cruz y que actualmente la ofrecen en donación. En tanto, la corona de espinas es elaborada por un artesano del estado de Morelos, con varas de huizache. En un principio, era don Epitacio Ubaldo Granados, originario de Iztapalapa, quien prestaba el vestuario y la corona, sin embargo, al fallecer, se decidió elaborar una nueva en cada representación. Actualmente se confeccionan varias coronas de espinas como donación y a solicitud de otras representaciones que llegan de diversas partes de México: en total se elaboran de dos a cuatro coronas que se ofrecen en donación. 

Es en el Día de San José, el 19 de marzo, cuando se llevan a bendecir la cruz, la corona de espinas y todos los “símbolos de la pasión” que serán parte de la representación. 

 

PATRIMONIO

En 2023 fue reconocida “La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa” como Patrimonio Cultural Inmaterial de México. Ese año fue integrada también la propuesta para solicitar la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. En las gestiones han participado instituciones como el INAH, la Dirección General de Culturas Populares, la alcaldía Iztapalapa, el Gobierno de la Ciudad de México, pero, sobre todo, al fervor del pueblo de Iztapalapa.

La obtención de los reconocimientos no sólo implica establecer reglas para llevar a cabo la representación sino también crear un plan para la salvaguarda de las plazas, calles y sitios donde se lleva a cabo la escenificación e, inclusive, regular la construcción irregular en todos los espacios que forman parte de la representación de la Semana Santa, incluyendo las inmediaciones del Cerro de la Estrella (Huizachtepetl), escenario que cada año representa el Gólgota. 

 

LA SEMANA SANTA

La Pasión da inicio con el Domingo de Ramos, continúa el martes con la Bienaventuranza de Jesús, el jueves se da la Visita de las siete casas y el viernes el Viacrucis y la Crucifixión. Después el Sábado de Gloria y, finalmente, el Domingo de Resurrección.

Para Galicia Cañas, de 75 años, de los cuales 50 los ha vivido y dedicado a la Pasión de Cristo, este año el comité brindará un homenaje póstumo a su hijo, fallecido recientemente, y a otros miembros y colaboradores de la representación.

La herencia y pasión por ella del dr. Cañas (como le dicen sus conocidos) está en el ADN de su padre, de él, sus hijos y sus nietos: cuatro generaciones. 

Todos son de Iztapalapa, el pueblo que ha heredado y vive la tradición de “La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo”.

 

Agradecimiento a los miembros del Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C.

  • Presidente, Alfonso Reyes Ramírez
  • Vicepresidente, José Acevedo Ávila
  • Secretario, Luis Alberto Guzmán de la Rosa
  • Tesorero, Eduardo López Domínguez
  • Vocal, Juan de la Cruz Galicia Cañas
  • Vocal, Roberto Guillén Flores
  • Vocal, Francisco Ledezma Tierradentro
  • Vocal, Miguel Guerra Neria
  • Vocal, Alberto Dirvas Domínguez

Por Marco Polo Hernández

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