Madrid. - La mirada de Frida Kahlo se hace presente a través de la joven retratada que, sentada en el desierto, transmite las contradicciones de la artista. En sus brazos sostiene un avión, quizás haciendo referencia a la Segunda Guerra Mundial. Por otro lado, la Susana que pintó Artemisa Gentileschi se niega a aceptar el estatus del objeto en la historia. Levanta la mano con firmeza para bloquear el paso de los hombres que quieran verla semidesnuda.
Por supuesto, éstas son sólo dos de las lecturas feministas que la nueva exposición temporal Maestras, que se exhibe en el Museo Thyssen, ofrece a través de las obras expuestas. El proyecto busca “cambiar la visión entera de los géneros al verlos desde el punto de vista de una mujer,” afirma Guillermo Solana, director artístico del recinto.
Está conformada por ocho salas en donde se abordan temas que “corresponden con hitos de una historia de las ideas de las mujeres”, dice Rocío de la Villa, curadora de la exposición y teórica feminista.
¿Por qué las artistas desaparecieron de la historia? Es la duda que resuena por los pasillos. Y resulta vigente porque “borrar el pasado es robar la identidad de las mujeres, lo que en algunos casos lleva a la violencia física y psicológica”, explica De la Villa. Es en esta cadena de eventos donde reside el poder cultural.
Solana pide abandonar los prejuicios al llegar a las salas. Quizás así se cumpla lo que deseó la poeta Safo de Lesbos: “Alguien se acordará de nosotras en el futuro”. El proyecto contó con el apoyo de la Secretaría de Cultura de México y permanece hasta el cuatro de febrero de 2024.
PAL