Cerrar la operación de las empresas de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no es una mala idea para evitar la saturación de este punto; sin embargo, en caso de que no se planifique una estrategia adecuada podría ser desastroso, así lo asegura Jesús Navarro, presidente del Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica.
En entrevista con Javier Alatorre a través de la señal de radio de El Heraldo Media Group, indicó que el AICM está acondicionado para recibir todo tipo de paquetes e incluso animales y fármacos, por lo que se convirtió en uno de los establecimientos más importantes no solamente para la capital.
Indicó que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles debe ser sometido a un análisis para determinar la viabilidad de que se concentren las operaciones que se llevan actualmente en la capital, lo cual implica conocer si hay vialidades que conecten este punto de manera adecuada, si hay la seguridad necesaria en la zona y además si los slots son adecuados para recibir las cargas.
"Lo que hay que hacer es establecer una política pública en sistema de aviación", dijo.
Destacó que la cantidad de operaciones de carga es muy pequeña con relación a los horarios de vuelo y además están condicionadas para operar en horas en las que no hay tanto flujo de aviones.
Añadió que la carga aérea se mueve por dos tipos de vuelos: los que llevan pasajeros y los que se encargan de trasladar algún paquete de manera exclusiva.
La necesidad de cambiar de infraestructura y montar unidades en otros estados de la República Mexicana, apuntó, significará un aumento de costos que terminará pagando el consumidor final.
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