Dos tipos de muerte, la física que experimentó acompañando a su mamá, quien padecía un cáncer terminal, y la propia a través del duelo, la depresión y la ansiedad, inspiraron al coreógrafo Gilberto González Guerra a crear Errantes. Un viaje a la memoria, una emotiva pieza de danza que estrenará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo.
“La obra explora la fragilidad humana en el proceso de transitar hacia la muerte. Este proyecto surge a partir de mi experiencia personal con procesos de muerte, refiriéndome a la depresión y estados de ansiedad que para mí han sido los universos más oscuros que he podido imaginar.
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“Y otro proceso de muerte ha sido la muerte física de mi madre, que viví pues un acompañamiento a su lado, pues no sólo como el hijo sino como el enfermero, el cuidador de ella, el acompañante, el amigo en un cáncer terminal”, explica el artista en una entrevista exclusiva con El Heraldo de México.
A pesar de la temática, no se trata de una pieza triste, sino de autodescubrimiento, la cual es interpretada en escena por tres personas, quienes acompañan a su maestro en la búsqueda de una cierta luz en un entorno sombrío.
Una carta de amor
El doloroso proceso de acompañamiento fue transformado por González Guerra en un mundo de fantasía, donde no se niega el dolor pero tampoco se le entrega un protagonismo que es tomado, con todo derecho, por la vida.
“Yo le platicaba a mi madre en ese tiempo, durante el cuidado que le hago, le platicaba que haría una obra para ella, una obra dedicada a ella, le platico imágenes que podía pensar que podrían existir dentro de esta obra, sabiendo que ella ya no lo vería.
“Intenté construir un acto amoroso, tomé la elección de que fuera un acompañamiento amoroso hasta el final de sus días y que eso fuera más fuerte que mis miedos y entender que pues que todo es impermanente, que nuestro tiempo aquí en esta Tierra y en este cuerpo tiene una caducidad y pasaremos a otro plano”, comparte.
Errantes. Un viaje a la memoria se presentará en el Teatro de la Danza los martes 2, 9, 16 y 23 de julio y, posteriormente, será interpretada en la Sala Miguel Covarrubias y los teatro Raúl Flores Canelo, del Cenart, y el Helénico. Para las presentaciones en el Teatro de la Danza, los boletos de acceso tienen un costo de 80 pesos.