HISTORIAS DEL CINE

El Nacimiento de una Nación: la cinta que inventó el blockbuster… y revivió al Ku Klux Klan

Considerada todo un prodigio técnico, esta cinta, uno de los primeros largometrajes de la historia, provoca controversia por su contenido altamente racista

CULTURA

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La cinta está basada en el libro The Clansman, que elogiaba al Ku Klux Klan.Créditos: Especial

Hace algunos años, cuando le preguntaron al historiador y cineasta Martin Scorsese sobre la vigencia de sus películas favoritas, señaló que la mitad de ellas seguramente no se podrían hacer en la actualidad. Y para muestra El Nacimiento de una Nación.

Filmada por el legendario D.W. Griffith en 1914, narra la historia paralela de dos familias, una norteña y otra sureña, durante y después de la Guerra de Secesión y el periodo de restauración en la Unión Americana.

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Fue un prodigio técnico de la época por la cantidad de extras, escenas, cámaras y el enorme presupuesto que tuvo. De hecho, historiadores modernos como Mark Cousins lo consideran el primer blockbuster de la historia.

Sin embargo, El Nacimiento de una Nación también es considerada como una de las películas más racistas de la historia. De hecho, se le atribuye la resurrección de una agrupación ya entonces desaparecida: el Ku Klux Klan.

La película que inventó al cine

Hasta antes de la épica epopeya de D.W. Griffith, el cine se veía por episodios cortos. Si bien ya no eran las vistas que los hermanos Lumiere mostraban en los primeros cines en 1895, su duración difícilmente superaba los 10 minutos.

Había varias razones para ello. Eran más económicas de producir, requerían menos inversión pero, sobre todo, el arte de la edición cinematográfica todavía no estaba del todo desarrollado. 

Para el tiempo en el que rodó El Nacimiento de una Nación, cinta catalogada por el presidente Woodrow Wilson como historia contada con luz, Griffith ya era un cineasta muy bien consolidado. Había rodado más de 500 cortos en apenas cinco años, la mayoría de ellos de temática bélica y gran aceptación entre el público.

El relato de Griffith comienza con el asesinato de Lincoln. Foto: Especial

Sin duda, eso ayudó a conseguir los 100 mil dólares de la época con los que financió la magna puesta en escena, que incluyó 18 mil extras, 3 mil caballos, toneladas de pólvora para efectos prácticos y un verdadero ejército de técnicos y actores. No por nada fue promovida como la octava maravilla del mundo.

Una de las maravillas de esta película silente, considerada uno de los clásicos más importantes de la historia, es su trabajo de montaje. De acuerdo con la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, se rodaron más de mil 500 escenas para crear una película que supera las tres horas, un verdadero hito histórico.

La recepción de la película no pudo ser mejor. Durante sus primeros años de exhibición, El Nacimiento de una Nación ganó más de 1.8 millones de dólares de la época en taquilla, lo que equivaldría a mil 800 millones de dólares actuales, convirtiéndola en el primer blockbuster de la historia.

El (re)nacimiento de los racistas

Sin embargo, esta historia de éxito que catapultó a la industria estadounidense del cine a la altura de la francesa o alemana, que dominaban en aquella época, tiene un lado tan oscuro que, en la actualidad, sería imposible rodarla: es profundamente racista.

Aunque retoma alguna referencia histórica de la Guerra Civil estadounidense, en realidad se trata de un gran panfleto a favor del esclavismo, la supremacía blanca y el bando perdedor del enfrentamiento.

Basada en la obra The Clansman, del reverendo Thomas Dixon, pinta sobre todo al periodo de la posguerra como un tiempo peligroso, donde las personas de ascendencia africana eran sádicos violadores, incapaces de frenar sus pulsiones.

Por esta razón, uno de los integrantes de las familias protagonistas se integra a un grupo que retoma algunas ideas de los caballeros cruzados de la Edad Media sobre la familia y la protección del “racional blanco”: el Ku Klux Klan.

La cinta es considerada por algunos como propaganda del Ku Klux Klan. Foto: Especial

Prácticamente desaparecido en 1870, el Ku Klux Klan histórico había permanecido dormido en algunas localidades apartadas de Estados Unidos, pero cobró gran vigor después de la aparición de El Nacimiento de una Nación, con demostraciones, desfiles, quema de cruces y actos de racismo por todo el país.

Entre las razones que estas asociaciones de ultraderecha esgrimían estaba la de defender la obra de Griffith, atacada por activistas que desde entonces ya peleaban contra el racismo y que llegaron a quemar cines en Boston.

Un reportaje realizado por The New Yorker en 2015 incluso demuestra que los actuales seguidores del KKK en realidad se visten como lo hacían en la película, algo que poco tiene que ver con el grupo original.

Scorsese tenía razón en que algunas películas ya no tendrían cabida en la sociedad actual, por su temática o giro ideológico. Y a veces eso también es bueno.