HISTORIAS DE CINE

La polémica escena con la que una leyenda marcó la carrera y la vida de una joven actriz

Un reconocido actor y un director legendario fueron los responsables de una de las escenas más lamentables en la historia del cine

CULTURA

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La polémica de El Último Tango en París persiguió a la actriz durante toda su carrera.Créditos: Especial

Aunque suele ser relativamente habitual que los grandes actores añadan algunas cosas a los guiones de las películas en las que participan, una idea aportada por una leyenda del cine no solo cambió toda una película, sino que marcó definitivamente la carrera de una joven actriz.

Era 1972 y Marlon Brando, cuya época de máxima gloria pasó durante las décadas de los 50 y 60, vivía un dorado resurgir de su carrera tras el éxito de El Padrino, donde interpretó a Vito Corleone, uno de los personajes más famosos del cine. 

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Por otro lado, el cineasta Bernardo Bertolucci se alzaba como la nueva promesa del cine italiano, que vivía una especie de crisis después del éxito del neorrealismo y antes de la vergüenza del cine de “teléfono blanco”, parecido al cine de ficheras mexicano. El Conformista, una de las primeras críticas al fascismo, así lo confirmaba.

Ambos se unieron en un proyecto ambicioso, El Último Tango en París, la historia de un hombre mayor que seduce a una jovencita y, bajo una mirada moderna, abusa incluso de ella. Esa mujer fue interpretada por la actriz María Schneider.

“Quería que se sintiera humillada”

A casi cincuenta años del rodaje, hay ciertas cosas que impactan en la época moderna. Por ejemplo, Marlon Brando le llevaba casi 30 años a su coestelar, quien tenía 19 años en ese entonces.

Un día, Brando le contó a Bertolucci una nueva idea para la película: rodar una escena en la que se sodomizara a la actriz con una barra de mantequilla. Todos concuerdan en que la escena no estaba en el libreto original y, aunque en un principio irritó a la joven actriz, terminó accediendo por la presión a la que se sentía sometida.

La tristemente célebre escena de la mantequilla fue rechazada en su momento por amplios sectores del público. Foto: Especial

Décadas más tarde, Bertolucci, quien realizó más cintas de alto contenido sexual tales como Dreamers, señaló que no informó a la actriz sobre la escena porque quería su reacción como mujer y no como actriz, quería que se sintiera humillada en el set.

“La escena no estaba en el guion original. La verdad es que fue idea de Marlon Brando y me dijeron sobre ella cuando íbamos a empezar a rodarla y me molestó mucho. Debí llamar a mi agente o a mi abogado porque no puedes obligar a nadie a hacer algo que no está en el guion, pero entonces no sabía eso.

De acuerdo con Vittorio Storaro, director de fotografía de la cinta, nunca hubo intimidad sexual entre los actores. Foto: Especial

“Me sentí humillada y, para ser honesta, incluso un poco violada tanto por Marlon como por Bernardo Bertolucci. Después de la escena, Marlon no se disculpó ni me consoló. Lo bueno es que quedó en una sola toma”, señaló Schneider en una entrevista concedida años después de The Guardian.

Aunque el rodaje terminó relativamente bien y tanto Bertolucci como Brando fueron nominados al Oscar, la huella del abuso caló hondo en la joven María Schneider, quien nunca logró superar el trauma que le provocó el largometraje.

María Schneider nunca logró quitarse el estigma que le impuso esta película. Foto: Especial

“Cuando leí ‘El Último Tango en París’ no vi nada preocupante, pero tenía 20 años. No quería ser una estrella, menos ser una actriz escandalosa solo por la fama. Comprendí demasiado tarde que fui manipulada por Bernardo Bertolucci y Marlon Brando”, reflexionó la actriz.

Aunque la actriz rodó más de 40 proyectos después de El Último Tango en París, siempre voló sobre ella la sombra de esa escena, misma que la llevó a severos episodios de depresión e incluso intentos de suicidio. También la llevó a rechazar papeles con importantes cineastas, como Luis Buñuel, donde el trauma que experimentó pesó de forma importante en sus decisiones.