CINE DE ARTE

¿Por dónde abordar la Cineteca Nacional?

A lo largo de más de 40 años, los cinéfilos y cinéfagos de México han pasado cientos de horas en este lugar

CULTURA

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Más de un millón 200 mil personas a funciones de cine que tuvieron lugar en la Cineteca. Foto: CortesíaCréditos: Foto: Cortesía

En el ya mítico Cine Roble, de la Ciudad de México, se celebró en la década de 1960 la Reseña Cinematográfica, réplica de la Reseña de Acapulco, dedicada a la exhibición de películas de todo el mundo, ganadoras de premios internacionales y/o destacadas por la crítica especializada. Evento que, en 1971, se convirtió en la Muestra Internacional de Cine, festival que hasta nuestros días organiza la Cineteca Nacional. Inició cuando el cine de arte o cine de autor tardaba años en llegar a las pantallas de México y continúa hoy día, en que la Cineteca ofrece buen cine todos los días. 

Hasta el 30 de noviembre del año pasado –en 11 meses– habían asistido más de un millón 200 mil personas a funciones de cine que tuvieron lugar en la Cineteca. Increíble logro para una cinemateca en cualquier país del mundo. Este año, lamentablemente debido a la pandemia, el espacio permaneció cerrado desde finales de marzo hasta el 12 de agosto, habiendo abierto en completo seguimiento de los protocolos establecidos por la Secretaría de Salud. Así, el 13 de noviembre dio comienzo la 68ª edición de la Muestra, en la que pudimos ver, entre otros, clásicos del cine francés como Vivir su vida (1962), de Jean-Luc Godard; un cine dirigido por mujeres como La portuguesa (2018), de Rita Azevedo Gomes; o la animación Buñuel en el laberinto de las tortugas (2018), del español Salvador Simó.  

 A lo largo de más de 40 años, los cinéfilos y cinéfagos de México han pasado cientos de horas anuales en la Cineteca: viendo cine, discutiendo cine, escuchando conferencias, consultando la biblioteca, asistiendo a exposiciones y disfrutando el sentirse en un lugar no sólo seguro, sino en uno en el que nunca se ha discriminado a persona o grupo alguno. La Cineteca, de hecho, es mucho, muchísimo más que un lugar donde ir a ver buen cine en alguna de sus 10 salas. Es el archivo nacional de nuestro patrimonio cinematográfico, con la misión de rescatar, preservar y catalogar los acervos fílmico y no fílmico. Allí se encuentran, por ejemplo, valiosas colecciones documentales como la Miguel Alemán, la Tomás Garrido Canabal y la de vestidos de Dolores del Río. 

VIDEOTECA. Espacio de consulta e investigación física, nacional y mundial. Foto: Cortesía 

El objetivo de la Cineteca es no sólo promover y difundir la cultura cinematográfica mundial, sino también promover la organización de eventos educativos y culturales con el propósito de estimular el desarrollo de la cultura del cine. Es así como además de haber estrenado 157 películas en 2019, de las cuales 57 fueron títulos mexicanos, los acervos custodiaron cerca de 20 mil películas en 35mm y 16mm, más de 58 mil videos en todos los formatos y 213 mil fotografías.

El Centro de Documentación ha acogido a los mas prestigiados investigadores y críticos de cine, gracias, no sólo a sus 20 mil libros, sino a los 60 mil expedientes integrados con valiosa información sobre películas mexicanas, películas extranjeras exhibidas en la Cineteca, directores y festivales, por mencionar sólo algunos de los campos cubiertos. Antes de la pandemia, inclusive niños de secundaria llegaban a la biblioteca buscando información para sus tareas. Hoy día, en que las escuelas todavía son virtuales, ese espacio se siente solitario. 

Uno de mis lugares favoritos es la Videoteca Digital Carlos Monsiváis, un espacio realmente bello, donde puedo pasar horas viendo videos, a veces por cuestiones de trabajo y otras por gusto. El espacio que ocupa la videoteca hace más de 40 era un restaurante, parte de lo que era entonces la Plaza de los Compositores, adquirida por el gobierno federal en 1984 para albergar a la Cineteca, tras el incendio devastador que ocurrió dos años antes. 

Ya como sede del archivo nacional, ese espacio fue convertido en la pequeña Sala 7 Alejandro Galindo. Foto: Cortesía

Ya como sede del archivo nacional, ese espacio fue convertido en la pequeña Sala 7 Alejandro Galindo. Allí se exhibieron películas con un público más restringido, como la Historia del Cine Mudo. Más tarde, en pleno siglo XXI, fue transformado en una gran caja negra para exposiciones y, en 2012, el arquitecto Michel Rojkind aprovechó la altura del lugar para construir los tres niveles de la actual videoteca digital.

Ese mismo año se inició también una gran obra modernizadora de las instalaciones consistiendo en la creación de cuatro salas de cine adicionales conectadas a las seis ya existentes gracias a un impactante techo diseñado por el arquitecto Rojkind. Se construyeron dos bóvedas climatizadas adicionales, una galería para exposiciones, y la videoteca digital. Se construyó asimismo el Laboratorio de Restauración Digital Elena Sánchez Valenzuela, con la más moderna tecnología para llevar a cabo proyectos de digitalización y restauración. En los ocho años, desde su creación, se han digitalizado 146 largometrajes y más de mil 100 cortos, y se han restaurado 27 largometrajes, tales como: El automóvil gris, Pueblerina, Nazarín, El rey del barrio, Ensayo de un crimen, Una familia de tantas, María de mi corazón y El castillo de la pureza. La selección se hizo con base en la propuesta de un grupo de trabajo de restauración que creó una lista de 300 títulos de largometrajes de ficción, sobre los cuales trabajar a largo plazo. 

Es difícil definir la Cineteca Nacional en pocas palabras. Foto: Cortesía

Es difícil definir la Cineteca Nacional en pocas palabras. Es el Archivo Nacional de Cine, pero también es 10 salas de proyección que funcionan de lunes a domingo y a las cuales asisten cerca de 100 mil personas al mes, una videoteca digital gratuita con más de seis mil títulos, un espacio público para platicar, discutir y coquetear, una galería para exposiciones de gran envergadura como la que tuvimos de Kubrick, una escuela cinematográfica presencial y en línea y una difusora de la cultura audiovisual a nivel nacional, sin olvidar su gran labor de restauración reconocida con proyecciones de films icónicos digitalizados y restaurados en festivales internacionales como Cannes y Venecia, Pordenone, y en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Es tantas cosas, que por eso la llamamos sólo Cineteca.

 

Por Catherine Bloch

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