Ante los actos de violencia que se han desatado con mayor frecuencia en Estados Unidos en los últimos meses, tanto el movimiento antirracista Black Lives Matter como las autoridades de EUA se encuentran más activas respecto los casos nuevos de violencia.
Muchas personas se preguntan por qué los policías atienden este tipo de situaciones de forma violenta, disparándoles a los sospechosos sin cuestionarles algo previamente, tal como el caso de George Floyd en mayo o el más reciente de Jacob Blake.
Movimiento antirracista
Y es que los policías por lo general están entrenados para disparar en diversas ocasiones cuando creen que un sospechoso puede hacerles daño o matarlos.
Sin embargo, en ocasiones las personas piensan que el número de disparos por parte de las autoridades no está justificado, por lo que en los últimos casos de violencia racial, la policía ha tenido que responder a la población sobre sus acciones.
¿Acabar con una amenaza?
De acuerdo con el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur, Seth Stoughton, una de las respuestas que se dan con mayor frecuencia por parte de los agentes, es que disparan hasta acabar con una amenaza.
“A veces, disparar múltiples tiros o el volumen o los tiros que disparan los agentes no tiene sentido”, dijo.
Stoughton declaró que cuando los agentes están usando fuerza letal, usualmente están preparados para disparar en repetidas ocasiones, pues si se tomaran un descanso para evaluar al sospechoso, podría tener tiempo para agredir a los agentes o a las personas alrededor de la escena.
Poca precisión en sus tiros
De acuerdo con estudio realizado por el Departamento de Policía de Dallas en 2019, se encontró que en más de 100 tiroteos, los agentes dieron en sus objetivos sólo el 35% del tiempo, es decir, la mayoría los fallaron.
Por esta razón se cree que disparan en repetidas ocasiones, pues de las diversas detonaciones, sólo logran dar con el blanco muy pocas veces.
¿Mal entrenamiento?
De acuerdo con un consultor de capacitación policial, Cedric Alexander, otro de los factores es la ansiedad y adrenalina que generan este tipo de incidentes, donde el juicio de los policías se puede ver nublado, pues muchas veces el entrenamiento no es suficiente.
Estos dos factores pueden llevar al límite a los agentes, por lo que disparan una cantidad injustificada de tiros, pues muchos de ellos no recuerdan cuántas detonaciones realizaron luego de algún tiroteo.
"En momentos de mucho estrés, adrenalina y palpitaciones, un agente no está contando sus disparos", declaró.
Por Redacción Digital El Heraldo de México
hfm