PANORAMA MODA

El concepto de la unitalla

El concepto de tallas únicas en la industria de la moda no tiene un origen específico en la historia, pero se ha popularizado en los últimos años como una estrategia de marketing para simplificar el proceso de compra y de fabricación de las prendas

TENDENCIAS

·
El concepto de tallas únicas en la industria de la modaCréditos: Foto: IG @taniarin

Varias marcas populares a nivel global, como Brandy Melville, Free People, Zara, Reformation y Urban Outfitters han adoptado este concepto en sus colecciones, ya sea en su totalidad o en ciertas prendas.

Desde el punto de vista psicológico, el concepto de tallas únicas puede tener varios efectos en las personas, algunos positivos y otros negativos. Por un lado, puede generar ansiedad y frustración en aquellas que no se ajustan a la talla estándar, impactando su autoestima y autoimagen, sintiéndose excluidas al ver que su cuerpo no logra ajustarse a una medida estándar. También pueden sentirse limitadas en cuanto a la variedad de opciones disponibles para elegir sus prendas.

Por otro lado, la unitalla puede lograr aspectos positivos como que algunas personas pueden llegar a sentirse incluidas, representadas y aceptadas al no tener que preocuparse por buscar una talla específica. Se puede llegar a tener una mayor flexibilidad en el ajuste del diseño, siendo más versátil y cómodo para la mayoría de la gente. Y se vuelve más cómoda, simple y rápida la experiencia de compra.

Ahora bien, los adolescentes son siempre un punto vulnerable en la sociedad, hay marcas que lo saben y se aprovechan de ello. La moda representa identidad para los jóvenes. Es una forma de expresar su personalidad, gustos y estilo único.  Al crear su imagen con la ropa y accesorios que eligen, descubren quienes son para ellos y para el mundo. Algo muy importante: la moda también es una forma de pertenecer a un grupo o de destacarse entre sus pares, y esto mi querido lector, puede ser muy peligroso.

Basta con ver de qué tamaño son esas unitallas y que representa cada marca.

Hay un documental que recomiendo mucho ver, se llama Brandy Hellville & the Cult of Fast Fashion, dirigido por Eva Orner y enfocado en las prácticas tóxicas de negocio de  la marca Brandy Melville que van desde discriminación basado en tipo de cuerpo, antisemitismo, racismo, interacciones inapropiadas con menores y agresión sexual. Muchas de estas acusaciones fueron hechas en contra del fundador de la marca Stephan Marsan. El documental incluye entrevistas con diferente gente conectada de alguna forma con la marca, de fanatismo, de hipocresía y de la doble moral de la gente.

La industria de la moda está estimada en tres trillones de dólares. Es la industria más contaminante del planeta. Con los recursos para cambiar, pero sin ganas de hacerlo.

Surgen escándalos a cada rato, sobre esclavitud, ambientes tóxicos, maltrato laboral, falta de ética profesional, discriminación, etc., surge mucho alboroto y al final no pasa nada.

Como consumidores tenemos el poder. El poder de exigir, tratos justos, dignos y mensajes que no atenten contra la salud psicológica de nadie. Simplemente con la elección de nuestra compra. Hagamos compras con conciencia e inteligencia. Encaprichémonos con ello.  Elijamos mejor, conozcamos las manos detrás de lo que compramos, las historias y vidas que entretejen nuestra indumentaria. Y también aprendamos a usar y reusar, a saber, que estrenar no es siempre la mejor opción.

 

POR BRENDA JAET

MAAZ