La noche del domingo 30 de junio, el jugador chino Zhang Zhi Jie, de 17 años de edad, murió cuando disputaba un partido de bádminton contra el japónes Kazuma Kawan, como parte de un torneo internacional juvenil que se celebraba en Yogyakarta, Indonesia.
El terrible momento que fue grabado por las cámaras del lugar, muestra como Zhang Zhi Jie se acerca a la red para entregarle el gallito a Kazuma Kawan, camina hacia atrás y comienza a tambalearse su cuerpo, inmediatamente después se desploma en la cancha y comienza a convulsionar, mientras su entrenador y su contrincante solo observan sin ayudarlo.
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Segundos después ambos comienzan a pedir ayuda para que ingresen los paramédicos; el joven que aún se mueve mientras es revisados por los doctores, es subido a una camilla para ser trasladado a un hospital, donde falleció más tarde, cerca de las 23:20 hora local.
De acuerdo con un comunicado emitido de manera conjunta por Bádminton Asia y la Asociación de Bádminton de Indonesia (PBSI), Zhi Jie estaba jugando un partido de la fase de grupos contra Japón cuando se desplomó y fue atendido por el médico del torneo y el equipo médico. En menos de dos minutos lo llevaron una ambulancia y lo trasladaron al hospital.
Ambos organismos dijeron estar inmensamente entristecidos y expresaron sus más profundas condolencias a los padres de Zhang, su familia y la Asociación China de Bádminton (CBA). Aseguraron que el mundo del bádminton ha perdido a un jugador talentoso, que tenía mucho futuro.
Un infarto terminó con la vida del joven deportista
En conferencia de prensa en la que se dieron a conocer los informes médicos se precisó que el joven deportista, de apenas 17 años, sufrió un repentino paro cardíaco. Y ante las criticas de algunos aficionados sobre el actuar de los paramédicos,
Happy también defendió la intervención del personal médico y de los organizadores del torneo, criticados tras la difusión de imágenes de lo sucedido y la supuesta respuesta vacilante cuando el jugador se desploma en el piso.
El portavoz aseguró que los equipos médicos tuvieron que esperar a que el árbitro les permitiera ingresar en la cancha.