El doble campeón indiscutido Naoya Inoue se levantó de la lona para imponer su calidad y noqueó en seis rounds al mexicano Luis Nery con un despliegue de poderío. La madrugada del lunes en el Tokio Dome, que volvió a abrir su puertas al boxeo tras 34 años, El Monstruo Inoue defendió la corona indiscutida supergallo y su calidad de invicto en 26 encuentros. "Me sorprendió, pero después hice mi trabajo.
El caer me dio una gran motivación para seguir. Estoy muy agradecido por haber tenido esta pelea con Nery", declaró el peleador, quien sumó su séptimo triunfo al hilo antes del límite. En el primer round, con un gancho de izquierda lleno de malas intenciones, Nery mando desmadejado a la lona al histórico peleador japonés.
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Demostrando corazón, Inoue se levantó de la lona para seguir intercambiando combinaciones nutridas. Tras la caída, de la que no recuerda mucho, ni siquiera en el minuto de descanso, El Monstruo Inoue salió mucho más concentrado y efectivo, jugó con los espacios, velocidad y potencia para mandar a la lona al mexicano en el segundo, quinto y sexto episodio.
El castigo fue tanto para el mexicano que en su última caída el referi tuvo que detener las acciones cuando el reloj marcaba 1:22. Inoue se impuso en velocidad y con golpes certeros burló la guardia del mexicano, quien terminó apostando por terminar la pelea con un solo golpe, pero le fue muy difícil volver a conectar al oriental.
Inoue invitó varias veces a Nery al intercambio, pero con el juego de piernas y velocidad dejó en el aire los embates, mientas que aprovechó cada hueco para meter potentes puños, capitalizando su pegada.
Tras la contienda, aun en el ring, Inoue presentó su siguiente pelea - que tiene proyectada para septiembre - pretende enfrentar al invicto australiano Sam Goodman (18-0, 8 KO's). Nery bajó del ring del Tokio Dome con su segunda derrota profesional (35-2, 27 KO's), pero con la satisfacción de que le pudo meter un susto al Monstruo.
BRC