PIENSA JOVEN

Primero lo primero, ¿quién propone regular?

Mientras Xóchitl Gálvez ya tiene un “vocero” creado con inteligencia artificial, México aún no cuenta con un marco regulatorio y legal para la IA

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Este artículo analizará las propuestas generales de los tres candidatos a la presidencia de México en 2024, ya que presentan las mismas inconsistencias de fondo. Un ejemplo es el llamado a mayor transparencia en información y a una efectiva rendición de cuentas. Considerando el ámbito de la inteligencia artificial, que aún carece de un marco regulatorio y cuyos datos son difíciles de verificar, surge la pregunta: ¿es realmente posible garantizar la transparencia de la información en este contexto? 

Además, respecto a la rendición de cuentas, se necesita identificar quien es el responsable de la información proporcionada, y por ende, a quién se le deben exigir resultados concretos. 

Varias de las propuestas giran en torno a educación con inteligencia artificial, sobre salud mediada y diagnosticada por la misma, sobre trámites y procesos llevados a cabo con ella de forma digital, lo que no se sabe es cómo van a implementarlo en tantas áreas y cómo van a proteger los datos.

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Se debe tomar en cuenta que México aún no ha encontrado la forma de establecer un marco +regulatorio y legal específicamente para la IA, y aunado a esto, es importante preguntarse cómo van a lograr que tanto gobernantes como gobernados se vuelvan conscientes del impacto que ésta puede llegar a tener en una sociedad en busca de ser democrática y actualmente tan desigual.

La propuesta debería girar en torno a crear una regulación eficaz, ningún candidato ha hablado de ello y debería ser el eje central de la política. ¿Qué se puede enseñar a través de IA? ¿En qué sectores de la vida cotidiana se puede aplicar? Se tiene el ejemplo de la medicina, donde se buscará utilizar tecnología con IA para predecir tendencias, prevenir comportamientos y proyectar de qué se enfermarán los mexicanos en el futuro. 

Uno de los candidatos cuenta ya con un “vocero” creado con IA, avalado por fuentes oficiales y que circulará en redes sociales. Lo anterior, sirve como ejemplo porque la desinformación tanto en tiempos electorales como en la actualidad es un hecho innegable que aumenta a la par de los avances tecnológicos que los candidatos proponen. 

La realidad es que la mayoría de los ciudadanos no se ocupa de verificar las fuentes. Al ser tan fácil replicar a una persona y poner palabras en su boca para manipular las ideas que se han querido establecer por quien no tiene la atención de ser escuchado. Es decir, cualquiera que maneje la tecnología podría y puede utilizar la imagen de alguna figura pública y pretender que de ellos sale un mensaje, sabiendo que son contados los que perseguirán la verdad. 

México necesita regular el uso de la inteligencia artificial
Créditos: Freepik

Antes de proponer el uso de inteligencia artificial, es necesario determinar qué tipo de tecnologías necesitan regulación. Existen diversas formas de inteligencia artificial, pero lo primero debería ser enfocarse en aquéllas que manejan y comprometen datos sensibles de todos los mexicanos, en este caso, en el sector salud, en la educación, o en la digitalización de los trámites. Proponer temas de educación y proyectos de políticas públicas basados en tecnología y sistemas de IA en un país tan disparejo, suena poco viable, de igual forma sucedió con el surgimiento del Internet en 1969. 

Pareciera que las propuestas de los candidatos se adaptan al segmento al que van dirigidas, ya que no son realistas pero definitivamente atractivas. Lo interesante en la propuesta y que debería ser el otro eje rector, es cómo homologar el nivel de acceso a la digitalización y automatización de la información.

Las propuestas suenan retóricas, utópicas, idealistas. México necesita estrategias concretas sobre lo que sí se conoce, está regulado, e institucionalmente aprobado para atacar los problemas estructurales que se siguen ignorando. México clama por información fundamentada, inteligente, que se traduzca en propuestas viables y no que cada sexenio suena igual, con diferentes palabras. Incluso lo hacen “notariado” y en el momento de la implementación, se quedan en el tintero. Urgen programas transexenales que den continuidad a la inversión que sale de los impuestos de los mexicanos.

 

Por Mariana Gil Moguel

Licenciatura en Comunicación

Universidad Iberoamericana

Mgm27102000@gmail.com

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