PIENSA JOVEN

8M: La indiferencia que nos adormece

Cada 8M se escucha “esas no son las formas” y tienen razón, esa no es la forma en la que el sistema debería de funcionar. No se tendía que tener miedo a morir en cualquier momento.

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No, claramente esas no son las formas porque nuestro privilegio nos nubla la vista. Para muchas personas, marzo y el 8M son desgastantes. Recordamos y nos volvemos a decir que no tuvimos la culpa mientras nos abrazamos. Pero ¿qué hacemos cuando la sociedad nos grita que lo ocasionamos? ¿Qué hacemos cuando vemos tanta impunidad y nadie dice nada porque incomodaremos si lo hacemos?

¿Cuál es nuestro papel?
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Como ciudadanos, perpetuar esta revictimización e indiferencia nos hace tan privilegiados y violentadores, que nos adormecemos ante una problemática que lleva años. Para bien o para mal, el lugar donde estamos parados y en el cómo funciona nuestro círculo social contribuyen a nuestra forma de pensar. Al tener privilegios, tenemos que desafiar su legitimidad y trabajar hacia una justicia social, porque basar toda nuestra existencia en ellos, sin mirar a los demás, se convierte en una ignorancia selectiva y aceptada.

¿Qué acciones tomamos?
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Por ello, cada día debemos estar cuestionando para deconstuirnos y volvernos a construir, por más deconstruida que esté una persona, hay actitudes machistas y discriminantes que hace inconscientemente, por lo que es un trabajo contante. Al poner en tela de juicio dogmas que tenemos, se logran cambios. En México ha habido resultados que merecen ser celebrados e impulsan a que continue la lucha. Cuestionar la indiferencia y violencia que ejercemos, que tengamos que hacer leyes por deudores alimentarios,  casamientos con menores de 18 años, ataques químicos, difundir fotos de una investigación de un delito, compartir contenido íntimo sin consentimiento. En pocas palabras, por carecer de sentido común o empatía, lo que nos hace “personas”.

Cuestionar si estamos aportando a la solución o al problema
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Aún con tantas transformaciones legales, seguimos igual de estancados en otros aspectos como sociedad. Personas desmeritan movimientos porque pone a otras personas distintas a ellas en primera plana. Es un privilegio no sentir impotencia en un país donde se pierden entre 10 y 11 mujeres al día sin importar su edad. Es un lujo no sentir enojo cuando 95% de los casos quedan impunes, es una comodidad no tener que preocuparse si se hará justicia. Por lo que se lucha el 8M y sus formas es algo de ayer y mañana, es una lucha diaria y el privilegio no nos debe nublar la vista de la realidad mexicana, porque esta indiferencia nos adormece.

Por: Teresita Gómez Tapia
Derecho y Relaciones Internacionales
Instituto Tecnológico Autónomo de México

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