Hay series que son tan dramáticas, que parecería que no pueden ser peor que la realidad. Sin embargo, muchas veces es lo contrario porque este tipo de contenido surge de hechos reales. Eso pasó con el documental “Vidas separadas” cuyo trasfondo es oscuro debido a que reta a la ciencia, y es por ello que inspiró la serie “Tríada” que protagoniza la exrebelde Maite Perroni.
El documental fue publicado el 29 de junio de 2018 en Estados Unidos y narra la historia de los trillizos David Kellman, Eddy Galland y Robert Shafran, quienes nacieron en julio de 1961, en Nueva York, y fueron dados en adopción a diferentes familias cuando tenían seis meses de vida. Hasta ahí, parecía que sus historias se mantienen “normales” porque cada uno llevó una vida buena.
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De qué trata el documental “Vidas separadas”
Sin embargo, la historia de los hermanos tiene un giro dramático, como también sucede en "Tríada", serie lanzada en Netflix el 22 de febrero de 2023 en México; en esta, Maite Perroni trabaja a lado de David Chocarro y Nuria Bages. El documental expone que, por azares del destino, los trillizos se conocen en 1980 en la Universidad Sullivan, en Nueva York, cuando tienen 19 años de edad. El parecido, el comportamiento e incluso sus gustos en cuanto a la comida y las mujeres son casi los mismos, de modo que no hay duda de que son hermanos.
La historia de los trillizos David Kellman, Eddy Galland y Robert Shafran fue un boom en los años 80 en Estados Unidos, donde asistieron a numerosos programas para ser entrevistados. Al ganar fama, estaban en todos lados y eso los hizo estar unidos. Pero la alegría de coincidir y convivir se esfuma cuando surge una pregunta: ¿por qué los dieron en adopción por separado?, ya que ni sus padres adoptivos sabían que se trataba de trillizos.
La historia oscura que inspiró “Tríada”
Este cuestionamiento también es planteado en la serie “Tríada”, ya que Maite Perroni les da vida a tres trillizas cuyas vidas son diferentes por los contextos en que vivieron. Y, tristemente, esto se debió a que los trillizos fueron parte de un experimento secreto que lideró un grupo de investigadores que buscaban responder dos dudas: cómo la naturaleza y crianza afectan en la personalidad de los humanos.
Debido a esto los trillizos David Kellman, Eddy Galland y Robert Shafran no vivieron realmente vidas “normales”, sino vidas orquestadas para que cumplieran con los lineamientos de la investigación. De hecho, los tres crecieron en un radio de 160 kilómetros de distancia, pero no lo sabía. Seguidamente eran observados por los investigadores, quienes hicieron pasar esto por pruebas de adaptación con sus familias adoptivas.