Una guerra nuclear es un fantasma que aterroriza a muchos, pero ¿qué hacer en caso de un bombardeo con este tipo de armas? Ante un aviso de ataque nuclear, el tiempo para actuar sería crucial. Tan pronto como se emite la alerta, tienes aproximadamente dos minutos para encontrar un refugio. Lo ideal es un sótano o cualquier estructura subterránea de concreto y sin ventanas, que pueden estallar con la onda de choque.
Si no es posible, busca el núcleo más protegido de cualquier edificio robusto, preferentemente lejos de las paredes exteriores. El objetivo es maximizar las barreras entre tú y la explosión, ya que cada capa adicional puede ser vital. Cuando la bomba nuclear impacta, el principal indicador será un destello cegador, seguido de una onda expansiva devastadora y un pulso térmico que puede incendiar materiales inflamables a kilómetros de distancia.
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¿Qué hacer en un bombardeo nuclear?
De acuerdo a las recomendaciones de expertos, recopiladas por el diario Daily Mail, lo mejor es acostarse boca abajo, cubriendo la cabeza y el cuello con los brazos, y abrir la boca para evitar daños en los tímpanos por la presión por la bomba. Estas acciones pueden parecer menores, pero son esenciales para proteger tu integridad física inmediata.
Minutos después del estallido, la lluvia radiactiva comenzará a descender. Aquí, el dilema es si permanecer en el refugio o intentar huir de la zona de contaminación. Sin embargo, el consejo general es quedarse donde estás, siempre que el refugio sea seguro y esté bien sellado. El objetivo es evitar la exposición a la radiación, que puede tener efectos letales en cuestión de horas.
¿Qué hacer tras un bombardeo nuclear?
Tu refugio será ahora tu hogar temporal. Sella todas las entradas de aire y cubre las ventanas rotas para evitar la entrada de polvo radiactivo. Usa máscaras y ropa protectora, y mantén una higiene rigurosa para no llevar partículas radiactivas a tu cuerpo. De ser posible, utiliza pastillas de yodo para proteger la tiroides de la radiación. La vida en el refugio dependerá de la reserva de agua y alimentos que hayas podido almacenar. Raciona prudentemente y asegúrate de consumir solo recursos seguros.
Una vez que disminuya la radiactividad, podrás salir, pero encontrarás un mundo drásticamente alterado. La llamada "niebla nuclear" podría haber bloqueado la luz solar, descarrilando el clima y la producción de alimentos. Las comunidades tendrán que adaptarse a cultivar plantas que requieran poca luz y reevaluar continuamente las condiciones de seguridad de los alimentos y el agua.
Sobrevivir a un ataque nuclear implica preparación antes del evento, decisión y acción durante el mismo, y una resistencia sostenida en sus consecuencias a largo plazo. Aunque es un escenario que todos preferiríamos evitar, estar informado es el primer paso para la supervivencia.