La música de los años 80 se ha convertido en una auténtica forma de vida para quienes crecieron escuchando estos clásicos y es que entre todas las canciones que existen es fácil encontrar algunas con las que podemos identificarnos, aunque hayan pasado algunos años de su lanzamiento. Una de las más famosas es, sin duda alguna, "Don't Stop Believin'" de la renombrada banda de rock estadounidense Journey, misma que ha sido galardonada con el título de "canción más grande de los tiempos”.
Sigue leyendo:
Don't Stop Believin' es la mejor canción de todos los tiempos
Este parece ser un momento trascendental para la historia de la música, ya que la icónica composición ha sido oficialmente coronada como la obra musical más influyente de todos los tiempos, título conferido por la prestigiosa revista Forbes y respaldado por la certificación otorgada por la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA), que la ha honrado con la distinción de 18 veces platino.
La certificación de 18 veces platino otorgada por la RIAA se refiere a que la canción ha vendido más de 18 millones de copias solo en los Estados Unidos, tanto en formato físico como a través de plataformas de streaming, cifra que remarca el impacto perdurable y la inmensa popularidad que ha mantenido la canción a lo largo de las décadas, consolidándola como un verdadero fenómeno cultural. De la misma forma, este logro extraordinario la sitúa en la cúspide de la historia musical estadounidense, compartiendo este honor único con solo una canción adicional, "Sunflower" de Post Malone y Swae Lee, que también fue certificada 18 veces platino el año anterior.
El tema, lanzado en 1981 como parte del álbum "Escape", se ha arraigado profundamente en la cultura popular como un himno generacional que ha resistido el paso de los años. Creada por Jonathan Cain, Steve Perry y Neal Schon, esta canción encapsula un mensaje de esperanza y determinación que ha resonado con innumerables personas alrededor del mundo.
Fotografía: Pinterest.
La hermosa historia que inspiró Don't Stop Believin' de Journey
Esta canción ha resonado entre el público más diverso y es que su mensaje atemporal de esperanza y determinación acompaña a quienes se encuentran buscando alcanzar sus sueños, y la historia que inspiró el tema no está alejada de ello ya que la banda ha afirmado que el tema se remonta a una conversación reveladora entre el tecladista de la banda, Jonathan Cain, y su padre, quien, con palabras alentadoras y un espíritu optimista, instó a Cain a no abandonar su sueño de dedicarse por completo a la música.
Impulsado por esta experiencia conmovedora, Cain canalizó esa inspiración hacia la composición de lo que eventualmente se convertiría en un himno de perseverancia y autoconfianza: Don't Stop Believin'. A pesar de su modesto debut en el número 9 del Hot 100 al ser lanzada en 1981, la influencia de esta canción ha crecido exponencialmente con el tiempo, transormándose en uno de los mayores éxitos de Journey y trascendiendo fronteras para convertirse en un ícono ineludible de la cultura musical global.
Fotografía: Pinterest.
De esta manera, "Don't Stop Believin'" es un himno edificante sobre la esperanza y la resistencia en tiempos difíciles, por lo que su coro inspirador insta al oyente a mantener la fe en sí mismo y en sus aspiraciones, sin importar los desafíos. Además, la canción explora la idea de comunidad y conexión humana, mostrando cómo extraños se unen en la noche en busca de vínculos significativos, siendo un auténtico llamado a perseverar y nunca perder la esperanza.