Prohibido nacer memorias de racismo rabia y risa es un libro que fácilmente puede llevar al lector a pasar de las risas a la indignación, del enojo a la tristeza y de la curiosidad a entender que la discriminación se puede dar en cualquier sitio del mundo. Este título firmado por Trevor Noah es una muestra de que en toda comunidad e inclusive entre iguales puede haber prácticas de segregación que acaben mermando la vida de las personas.
Pese a que salió en 2019, esta lectura es vigente, debido a que por medio de un retrato de lo que vivieron miles de sudafricanos durante el Apartheid da a conocer cómo la sociedad tiende a dividirse y a considerarse enemiga entre sí, en lugar de buscar las coincidencias.
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¿De qué trata el libro Prohibido nacer memorias de racismo rabia y risa de Trevor Noah?
En esta obra, el autor hace un repaso sobre sus años de desarrollo, desde sus primeros años como infante, hasta su edad adulta. Como lo vivieron todos los nacidos entre 1948 y 1992 en Sudáfrica, el comediante tuvo que vivir bajo una serie de reglas contradictorias que buscaban fomentar el control en el país por medio del odio entre sus habitantes.
Pese a que todos eran prácticamente iguales y no había nada que los diferenciara además de sus creencias y el idioma que hablaban, la nación y los que en ellos vivían se fueron descomponiendo en una masa de conflictos que se llevaron detrás de sí el futuro y los sueños de muchos que terminaron muriendo o perdiendo a sus seres queridos por una lucha que nadie comprendía del todo.
Entre todo este ambiente, el joven Trevor tuvo como herramientas el haber nacido con la piel un poco más clara que sus iguales, al punto de que se consideraba que tenía algunos privilegios más que ellos. A esto se suma el cariño incondicional de una madre que le enseñó siempre a ver a través de las cosas que parecían obvias, así como el dominio de varios lenguajes.
Este texto sirve para recorrer con la visión de un niño las consecuencias que dejó uno de los procesos más vergonzosos de la historia humana. Noah revela con una carga de humor negro la percepción que tuvo cuando niño de los procesos con los que funcionaba la sociedad, la pobreza generalizada y la forma en la que la gente tuvo que apañárselas para tratar de sobrevivir en un mundo que era todo, menos amigable.
Cinco frases de Prohibido nacer de Trevor Noah para convencerte a leer
Esta obra cuenta con diversos fragmentos que permiten al espectador pasar por todo tipo de sentimientos; no obstante, cada una de las palabras plasmadas por Trevor Noah muestra una sensibilidad y autenticidad sobre lo que es la vida. Es fácil identificarse con esta lectura, pese a la diferencia entre contextos de cada individuo y aunque no se hayan vivido situaciones tan desafortunadas como las que vivió el autor.
1.- "Nos pasamos el día diciendo que uno tiene que hacer realidad sus sueños, pero uno solamente puede soñar con lo que es capaz de imaginar, y dependiendo de dónde vengas, la imaginación puede ser muy limitada"
Dentro de uno de los diálogos del protagonista con su madre, ambos llegan a la conclusión de que es necesario luchar por un objetivo; sin embargo, el escritor revela una verdad difícil sobre la humanidad: muchos no tienen las condiciones como para poder imaginar un destino más amable, sino que se concentran en sobrevivir.
De esta forma, lo que es un potencial enorme en algunas personas, termina por desaparecer paulatinamente por la falta de oportunidades o de visión de cómo alcanzarlas.
2.- "Casi toda la gente negra había interiorizado la lógica del apartheid y la había hecho suya. ¿Por qué enseñarle cosas de blancos a un niño negro?"
Siguiendo la misma línea, el también presentador pone el dedo en la llaga para explicar por qué muchas personas en Sudáfrica sufrían de un modelo educativo que las condenaba a labores meramente físicas y que no se ajustaban a sus propias necesidades. Al reconocer este tipo de discriminación, incluso la gente que era sometida a vivir con estas condiciones las replicaba con los demás.
3.- "Las entrevistas no son relaciones. Las relaciones se construyen con los silencios. Pasas tiempo con alguien, lo observas, interactúas con él, y así llegas a conocerlo; y eso fue justamente lo que nos robó el Apartheid: el tiempo"
Uno de los pasajes más tiernos del libro tienen que ver con el reencuentro del personaje con su padre. Durante este, el protagonista destaca la importancia de conocer y reconocer a otro ser humano a través de la convivencia y no solamente por medio de preguntas. Si bien es una enseñanza mínima, ayuda al lector a prestar atención a cuestiones que escapan de la cotidianeidad.
4.- "Él era un niño. Yo era un niño. Él estaba llorando. Yo estaba llorando. Era un chico de color en Sudáfrica, a quien habían enseñado a odiar y a odiarse a sí mismo"
En uno de los pasajes donde más crueldad por parte de la sociedad condenada al Apartheid, el autor menciona el momento en el que le toca ser el verdugo indirecto de otro menor de edad que lo violentó en el pasado. De frente, el escritor muestra uno de los rostros más crudos de la violencia, aquel que se da de la nada, sin justificación y en situaciones desiguales, donde el victimario pasa a ser la víctima y, sin embargo, nadie se queda con una sensación de que se ha hecho justicia.
5.- "En cambio, me consumen los remordimientos por las cosas que no he hecho, las decisiones que no he tomado y las cosas que no he dicho. El miedo a fracasar y el miedo al rechazo nos hacen perder mucho tiempo. Y sin embargo, lo que más miedo debería darnos son los remordimientos. El fracaso es una respuesta. El rechazo es una respuesta. Pero los remordimientos son una pregunta eterna para la que nunca vas a obtener respuesta"
Una de las frases con las que el público puede empatizar más es la que tiene que ver con la aflicción por no haber actuado a tiempo y haber dejado de lado algo que se deseaba.