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Una realidad: la reelección inconstitucional de Bukele

2024 es un año de elecciones al rededor del mundo, pero ¿qué tan bien se están llevando a cabo?

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El 2024 es un año clave para el futuro de la mitad de la población mundial, pues en aproximadamente 70 países se celebrarán elecciones a lo largo de estos doce meses. La región de América Latina se ve implicada en este fenómeno de una manera fundamental, ya que está inserta en un contexto global en el que la democracia y sus instituciones están en una posición ciertamente debilitada. Así, el pasado domingo 4 de febrero, El Salvador se convirtió en el primer país latinoamericano del año presente en el que los ciudadanos asistieron a las urnas para votar en el marco de este súper año electoral. 


Ahora bien, las predicciones en torno a los resultados, en términos de integridad electoral, no pintaban bien desde un principio. En realidad, San Salvador no celebraba de manera simultánea elecciones presidenciales y legislativas desde 2009, de modo que lo que pasó hace unos días define un proceso de deterioro democrático que no ha hecho más que intensificarse desde que Nayib Bukele asumió la presidencia salvadoreña en 2019. En particular, la postulación de Bukele a la reelección presidencial, pese a que viola la Constitución de aquel país, era el resultado que con mayor convicción se esperaba. 

¿Cuál fue el proceso de elección?
Créditos: Wiki


Las estimaciones se volvieron realidad cuando, a pocas horas del cierre de la votación, Bukele se apresuró a legitimar, de acuerdo con sus números, su arrasadora victoria. Desde su cuenta de X, el reelegido mandatario anunció que la “verdadera democracia” había triunfado con más del 85% de los votos, sin siquiera esperar los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador.

Del mismo modo, Nuevas Ideas, el partido oficialista, se autoproclamó ganador de las elecciones también en el poder legislativo, pues anunció que contará con un mínimo de 58 de 60 diputados en la Asamblea. Así, la promesa democrática de un gobierno que garantice controles y contrapesos en los poderes seguirá sin cumplirse, e incluso se corre el riesgo de olvidarse por completo en el curso de los próximos cinco años. 

¿Es una democracia?
Créditos: Pexels


Asimismo, diversos titulares de los gobiernos de la región latinoamericana no tardaron mucho tiempo en reconocer el resultado de las elecciones a través de mensajes de felicitación. Cabe destacar a Xiomara Castro (Honduras), a Santiago Peña (Paraguay) y a Bernardo Arévalo (Guatemala). El caso de México también merece la pena ser mencionado; si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador no hizo pública una felicitación a través de sus redes sociales ese mismo domingo, Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores, congratuló desde su cuenta personal de X a Bukele.

También insistió en el compromiso de México de fortalecer aún más los lazos entre ambos países. A los pocos minutos, la cuenta oficial de la Secretaría de Relaciones Exteriores procedió a compartir un comunicado oficial de la misma índole. 
Finalmente, el triunfo de Bukele en El Salvador solo es una parte, que despierta el interés del público, y se plantea si es retroceso democrático que se está experimentado a nivel global.

¿Qué pasará con el resto de las elecciones?
Créditos: Pexels

Además, este acontecimiento es solo el principio de una larga temporada electoral que estará llena de tensiones alrededor del mundo, de la que no está exenta México. La cuestión fundamental está en seguir o no este rumbo, las violaciones a los derechos humanos de millones de personas se agudizarán bajo justificaciones que siguen atrayendo a muchos sectores de la población en varios países. Sin embargo, soluciones instantáneas pueden traer costos muy altos en el futuro. 

Por: Fernanda Portillo Rivera

Relaciones Internacionales

Instituto Tecnológico Autónomo de México


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