Así fue la reacción que tuvo una mujer, de 84 años de edad, que se lanzó de un paracaídas de un avión a 3,000 metros de altura, un acto que formaba parte de un sueño que debía cumplir antes de morir. La acción de esta veterana mujer no solo asombró a su hija sino también a muchos internautas, que a través de las redes sociales vieron el video de este desafío extremo que completó la abuelita en la ciudad de Huanggang, provincia de Hubei, en el centro de China.
La mujer de nombre Tao Xidi solía jugar baloncesto y otros deportes cuando era joven, incluso después de jubilarse se mantuvo con buena salud física, pero una noticia la motivo a intentar una experiencia que cambiará su vida.
Escuché a alguien en el extranjero hacer paracaidismo a la edad de 102 años. Así que pensé que yo también podía hacerlo", dijo Tao antes de lanzarse.
Añadió que también ver el reciente video que hizo su hija, de 63 años, de saltar al vacío desde un puente en las alturas encendió aún más la chispa en ella. La hija de Tao reveló que hizo este acto extremo antes de jubilarse de enfermera porque disfruta realizar deportes extremos como: parapente, puénting y paracaidismo.
Después de que los miembros del personal de una base de paracaidismo en la ciudad de Jingmen, Hubei, preguntaran minuciosamente sobre el historial médico de Tao, incluso si tenía presión arterial alta, enfermedades cardíacas o se había sometido a alguna cirugía en los últimos dos años, acordaron dejar que la señora de 84 años pudiera cumplir su sueño de hacer paracaidismo.
Tao antes de arrojarse del avión
En el video publicado en redes sociales se observa a Tao que antes de abordar la aeronave recibe un minucioso entrenamiento y preparación. Después la abuelita aparece cayendo al vació desde 3,000 metros de altura y es a unos 1,500 metros sobre el suelo cuando se aprecia que el paracaídas abre, mientras Tao mantiene la calma y disfruta del bello paisaje, incluso saluda a la cámara que la está grabando.
Estoy tan feliz de haberlo logrado", dijo Tao después de aterrizar en el suelo.
Según los trabajadores de la base, Tao estaba un poco nerviosa justo después de saltar del avión, pero cuando se abrió el paracaídas comenzó a platicar con el instructor.
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