Aunque los fenómenos conocidos como huracanes han afectado al planeta desde el inicio de los tiempos, su observación sistemática ha evolucionado a lo largo de los años, a la par del desarrollo tecnológico.
Antiguamente, los ciclones y huracanes que azotaban sobre todo la zona de las Antillas y el Golfo de México se nombraban de acuerdo con el santoral del día en el que llegaban a tierra firme.
Esto cambió cuando el meteorólogo Clement Wragge comenzó a nombrarlos, a finales del siglo 19 y principios del 20, con los nombres de los políticos que lo molestaban y los de algunas criaturas mitológicas.
La costumbre siguió con relativo desorden hasta 1953, cuando la Oficina Meteorológica de Estados Unidos eligió exclusivamente nombres de mujer para nombrar todos los meteoros que ocurrieron en ese año. A partir de 1979, la Organización Meteorológica Mundial incluyó nombres masculinos y una metodología para nombrarlos.
¿Cómo se bautiza a los huracanes?
Cada año, por lo regular en el mes de marzo, los integrantes de la Organización Meteorológica Mundial se reúnen para elegir los nombres que les serán asignados a los huracanes y ciclones del año.
Existe una lista que se recicla cada seis años, y la cual no incluye nombres con las letras Q, U, X, Y y Z, pues se estima que hay pocos nombres con esas iniciales que no necesiten traducción en los distintos idiomas.
¿Por qué se retira el nombre de un huracán?
Cuando un huracán es demasiado mortífero o causa enormes pérdidas económicas, la Organización Meteorológica Mundial suele retirar el nombre con el que lo bautizó, hecho que también puede hacer a petición del país que fue afectado.
Katrina es el nombre que fue retirado más recientemente, en 2005, pero otros apelativos, tales como Hugo, Keith, Iris o Michelle ya han sido prohibidos en la lista. Cuando esto sucede, los nombres son sustituidos con otro de su mismo género.
“Retirar el nombre realmente significa que no puede ser reusado durante por lo menos 10 años, para facilitar las referencias históricas, acciones legales, actividades de reclamaciones de seguros y evitar las confusiones del público con otra tormenta del mismo nombre”, señala el Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador.
El retiro del nombre de los huracanes también se discute durante la reunión anual de la Organización Meteorológica Mundial.
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