El enorme universo de la numismática posee tesoros que van más allá de su valor nominal, atrayendo la atención y el deseo ferviente de coleccionistas ávidos de rarezas. En particular, un billete de 20 pesos de Benito Juárez se ha erigido como una joya codiciada, alcanzando precios increíbles.
Este billete, perteneciente a la familia F, originalmente introducida en 2007 por el Banco de México, está en proceso de ser retirado de la circulación. Sin embargo, uno de estos billetes en particular ha capturado la atención debido a un rasgo excepcional: el raro número de serie.
Este modelo conmemora la fecha exacta en que se instaló el primer Congreso Constituyente y Constitucional en Nuevo León. Con el número de serie “D1824801?, este billete adquiere un valor que lo hace destacar entre los del mismo valor y año, presentándose como una pieza única y conmemorativa.
El billete en cuestión, con dimensiones de 120 x 66 milímetros y fabricado con polímero, exhibe en su cara principal la representación de Benito Juárez García. La balanza y el libro que lo acompañan simbolizan el equilibrio y la justicia, elementos representativos de su legado.
Por su parte, en el reverso, se despliega una vista panorámica de la zona arqueológica de Monte Albán, enriquecida con detalles de un pendiente descubierto en una tumba de la zona y un fragmento del mascarón del Dios de la Lluvia y del Trueno. Los tonos azules de este billete, lanzado el 20 de agosto de 2007, acentúan su singularidad visual.
Este billete de 20 pesos, con su número de serie excepcional que conmemora un evento histórico en Nuevo León, se erige no solo como un símbolo de valor monetario, sino como una pieza histórica y coleccionable de gran relevancia, cuya rareza y significado histórico lo convierten en una auténtica joya para los coleccionistas y amantes de la historia numismática.
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