A lo largo de la historia, diversas culturas han recurrido a ingredientes provenientes de animales para realzar la belleza humana. En este caso, nos referimos a la baba de caracol. Vale mencionar que en la antigua Grecia, personalidades como Hipócrates, Zezos y Plinio, comprobaron que los tratamientos con esa sustancia eran capaces de dar solución a muchos problemas médicos.
Los caracoles de jardín son una de las especies más estudiadas para el cuidado de la dermisl, ya que producen una baba que es hidratante, contiene antioxidantes y es capaz de estimular el nuevo colágeno. El moco o baba que segrega este animal contiene vitaminas naturales A y E. Además, se ha comprobado que el extracto de baba crea una barrera defensiva entre la piel y la contaminación atmosférica.
Beneficios del uso de la baba de caracol
La baba de caracol estimula la formación del colágeno, elastina, alantoína y los componentes dérmicos que principalmente reparan y minimiza el envejecimiento prematuro de la piel. Contiene 4 componentes con funciones muy específicas: alantoína, ácido glicólico, glicoproteínas y ácido hialurónico. Todos esos agentes ayudan no solo a combatir las arrugas, sino a reducir los brotes de acné y la resequedad de la piel en el rostro.
En ese sentido, podemos indicar que la alantoína, que se encuentra en la baba de caracol es un agente que ayuda a la piel a cicatrizar más rápido y a renovarse. El ácido glicólico es un excelente exfoliante y tratamiento antimanchas y las glicoproteínas son los péptidos que ayudan a controlar y mejorar el nivel de agua en la dermis. Por último, el ácido hialurónico, hidrata la barrera cutánea y la restaura como pocos ingredientes naturales lo hacen.
Estudios de investigación han dado como resultados sobre el uso de la baba de caracol que es muy útil no sólo para el cuidado de la piel, sino también para algunos problemas de salud. Ayuda a cicatrizar heridas; sirve para el tratamiento de quemaduras, posee propiedades antibacterianas y antifúngicas. También se evidenció que las secreciones de este animal pueden combatir las bacterias presentes en las heridas, mostrando resultados superiores a los obtenidos con antibióticos comerciales como la amoxicilina y la estreptomicina.