CORRIDAS DE TOROS

Más allá de las corridas: estas son las otras fiestas taurinas

Conocidas como tauromaquia menor, existen decenas de festejos alrededor del toro que van más allá de la lidia

TENDENCIAS

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Existen decenas de tradiciones relacionadas con los toros que se realizan en toda la Península Ibérica.Créditos: Anima Naturalis

Aunque la lidia de toros es la forma más conocida de la tauromaquia, no es la única forma en la que el hombre se enfrenta al toro de forma tradicional. De hecho, hay decenas de tradiciones que implican la exposición ante los morlacos.

Con gran arraigo en los sitios donde se realizan, la mayoría de estos festejos no tienen como objetivo matar al toro y sí recordar la tradición ganadera de una u otra forma, pues casi siempre conllevan el pastoreo o guía de los bureles.

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En otros casos, la tradición se mezcla con la leyenda y las costumbres antiguas, de inspiración pagana, convirtiendo a las reses bravas en verdaderos demonios a los que hay que sacar del pueblo.

Llamados genéricamente bous al carrer en Cataluña o encierros en Aragón y parte de Navarra, todos estos actos configuran la llamada tauromaquia menor, la cual es esencial en el gran panorama de la fiesta brava.

Toro de fuego

Considerada una de las tradiciones taurinas más antiguas, con raíces que datan del Neolítico, los toros de fuego son una de las fiestas con mayor arraigo en Cataluña, Castilla y Aragón.

En ellas, se colocan arneses de hierro sobre los pitones del toro, donde se sujetan estopas las cuales se encienden para que el burel salga disparado por las calles del pueblo, en una tradición similar al encierro.

Los bous embolats o toros de fuego datan del Neolítico. Foto: Wikimedia Commons

Según algunos historiadores, este tipo de festejo está ligado con ciertos rituales de fecundidad de tiempos ancestrales, en los que el vigor del toro estaba relacionado con la primavera y la luz del sol.

A pesar de que no se le da muerte al toro en este tipo de festejos, algunos animales resultan con quemaduras severas, por lo que el año pasado se presentó una moción para prohibirlos en Cataluña.

Encierro o “pamplonada”

Popularizados en buena medida gracias a la narración hecha por Ernest Hemingway en su libro “Fiesta”, los encierros de las fiestas de San Fermín en Pamplona son una de las tradiciones más conocidas en relación con los toros.

De hecho, esta forma de la tauromaquia menor tiene un origen medieval. Cuando los ganaderos llevaban los toros hacia la Plaza Mayor los pastoreaban por las calles de la capital navarra, mucha gente solía correr junto a ellos como juego, lo que dio origen a la tradición.

Los encierros de San Fermín son una de las celebraciones taurinas más peligrosas. Foto: Ayuntamiento de Pamplona

Con el tiempo fue ganando más popularidad y hoy en día el recorrido que hacen los toros, de menos de un kilómetro, es una parte fundamental de los festejos pamplonicas que goza de fama mundial.

Incluso se ha replicado en otras partes, como en Tlaxcala, donde las huamantladas son la emocionante versión mexicana de este tradicional evento taurino.

Los forcados

Desde el siglo 19, en Portugal está prohibido dar muerte a los toros durante las corridas, pero eso no quiere decir que no exista una profunda tradición taurina, la cual está representada por los forcados.

Formados en equipos de ocho integrantes, los forcados tienen como objetivo resistir el envite del toro, sujetándolo por los cuernos y deteniéndolo. La faena se completa cuando el último de ellos lo toma por el rabo y le hace dar vueltas.

En México existen grupos de forcados desde la década de los 70. Foto: Facebook / Forcados de Xico

Los forcados no van armados, salvo por su fuerza e inteligencia para sostener el primer impulso del toro y por la agilidad para ir sumando a cada uno de los integrantes del equipo, que viste trajes de luces.

Esta tradición, en la cual no se lastima al toro y se celebra en un ruedo exactamente igual al de las corridas, ha ganado muchos adeptos. Incluso desde 1978 existe una asociación mexicana que se dedica a ella.