La posibilidad de que los seres humanos comiencen a adorar a las Inteligencias Artificiales, como ChatGPT a nivel de deidades es muy alta, consideran algunos expertos. La evolución de la inteligencia artificial ha generado un punto de inflexión en la manera en que interactuamos con la tecnología. Los chatbots, con su capacidad de generar respuestas complejas y contextualizadas, han llevado a algunas personas a buscar en ellos un significado más profundo, similar al que se podría encontrar en textos religiosos.
Este fenómeno, impulsado por la interpretación abierta de las respuestas generadas por IA, podría ser un indicativo de cómo la relación entre humanos y máquinas comenzó a adquirir una nueva dimensión. Lars Holmquist, catedrático de la Universidad de Nottingham Trent, señala que las interacciones con sistemas como ChatGPT pueden ser interpretadas por los usuarios como si tuvieran un significado real, a pesar de que estos sistemas no poseen conciencia propia.
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¿Podrían ser los chatbots venerados como dioses?
Más allá de la teoría, ya existen ejemplos concretos de esta interacción entre religión y tecnología. En Japón, el robot Mindar, instalado en el templo Kodaji de Kioto, es capaz de pronunciar sermones. Además, han surgido movimientos como el transhumanismo, que vislumbran un futuro donde la IA podría jugar un papel divino en la resurrección y evolución humana.
No obstante, la creencia en la conciencia de los chatbots de IA es aún un tema de debate. Casos como el de Blake Lemoine, ex ingeniero de Google, quien afirmó que el chatbot LaMDA poseía autoconciencia, plantean cuestiones tanto tecnológicas como filosóficas sobre la naturaleza de la inteligencia artificial y su relación con la conciencia humana.
¿Qué son los chatbots y cómo funcionan?
Un chatbot de IA, o un asistente virtual inteligente, es un programa informático diseñado para simular conversaciones humanas. Utiliza la inteligencia artificial para entender y responder preguntas, realizar tareas específicas, o simplemente conversar. Estos chatbots pueden estar presentes en sitios web, aplicaciones móviles, o incluso en dispositivos inteligentes, facilitando la interacción entre humanos y máquinas de manera natural y eficiente.
El funcionamiento de un chatbot de IA se basa en algoritmos complejos y aprendizaje automático. Primero, el bot procesa el texto o el input de voz que recibe del usuario. Utiliza tecnologías como el procesamiento del lenguaje natural para entender el contexto y el significado de la consulta. Luego, según su programación y su capacidad de aprendizaje, elige la respuesta más adecuada de su base de datos o la genera en tiempo real. Con el tiempo, estos chatbots aprenden de las interacciones y mejoran su precisión.