Empezamos el año con una noticia devastadora, el querido empresario mexicano Carlos Bremer, falleció el pasado 5 de enero, y hoy recordamos sus valiosas aportaciones al mundo empresarial, del deporte y la juventud.
El empresario nació el 1 de junio de 1960 en Monterrey, y desde chico tuvo habilidad y pasión por los negocios. Antes de salir de la carrera de contaduría en el Tec de Monterrey, estuvo en Banpais, posteriormente fue parte de Ábaco Casa de Bolsa y en 1993, junto a Javier Benítez Gómez fundó Value Grupo Financiero.
Sin duda, fue un gran apasionado del deporte y fiel creyente del talento de los jóvenes mexicanos. Saúl “Canelo” Álvarez, Lorena Ochoa, Gaby López, Abraham Ancer, Juan Manuel “Dinamita” Márquez y Paola Longoria, son algunos de los atletas a quienes apoyó, y quienes se han convertido en grandes referentes de sus respectivas disciplinas, así como en 2011 a deportistas que participaron en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Esto lo hizo acreedor del Premio Nacional de Deportes en 2016.
Bremer también fue parte del reality show empresarial Shark Tank México, siendo uno de los tiburones más queridos y respetados, apoyando a empresarios emergentes, a lo que Carlos afirmó que había entrado para apoyar a los jóvenes emprendedores de la misma forma en la que él recibió ayuda en sus inicios.
Asimismo, estuvo estrechamente relacionado al mundo del espectáculo, al impulsar a Luis Miguel en su regreso.
Estuvo casado con Adriana Ibarra, en un matrimonio sólido y del cual tuvieron cuatro hijos, Marcelo, Adriana, Paulina y Carlos, quienes han mostrado la relación tan especial que tenían con su papá. Adriana en sus redes sociales compartió un mensaje muy emotivo con fotos de cuando era pequeña:
“Mi papá se va siendo un campeón y con todos los récords superados. Papá que sepas que cuando te tocó ser coach, siempre mandaste las mejores jugadas. Tanto a nosotros, a tu familia, como a tus amigos de trabajo”, es un pequeño fragmento de lo que escribió.
Por su parte, Paulina compartió algunos mensajes especiales que le mandaba su papá.
“¿Cómo estás? Acuérdate que vales muchísimo”, fue uno de ellos y en su posteo podemos leer.
“Con el dolor más grande que he sentido en toda mi vida, hoy sintiéndome tan orgullosa de ser tu hija, te quiero dar las gracias. Gracias, porque supiste llevar una vida que nos será eterna aquí y en el cielo. Tu vida no se midió en años, éxitos propios, ganancias, ni nada de ese tipo. Tu vida evidentemente se midió en corazones que tocaste y vidas que cambiaste”.
Marcelo le dejó también un mensaje muy especial.
“Siempre preocupado por tu país, y siempre poniendo el nombre de México en lo más alto posible. Papi te quiero con todo mi corazón y nos vas a hacer mucha falta a todos, pero ¿sabes algo? Tu misión está cumplida”.
Un hombre de familia, valores y gran corazón que sin duda dejó un legado y huella inquebrantables en nuestro país y miles de personas que tuvieron la fortuna de estar cerca de él.
Por Ailedd Menduet
Fotos: Alfredo Pelcastre, JDS Agencia y Especial
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