El Super Bowl de la industria de la moda, en donde es más importante lo que traen puesto las celebridades que si son galardonados. Ver desfilar a las estrellas con diferentes looks es uno de los caprichos millonarios por excelencia a nivel global, por lo que los diseñadores de las marcas de lujo más importantes se pelean por ver a quien vestir, sobre todo a las celebridades más influyentes y reconocidas para que luzcan sus creaciones ya que millones de ojos estarán pendientes de sus diseños y serán el parteaguas para imponer tendencia el resto del año e incluso hacer historia.
La moda tiene una gran influencia en estos premios ya que son eventos que sirven como plataforma para que los diseñadores de moda muestren sus creaciones y les sirva como escaparate mundial. Todo ello con el propósito de generar mayor exposición y popularidad a sus marcas. La moda en las alfombras rojas puede marcar pautas en cuanto a colores, estilos, cortes y accesorios, pero sobre todo, influye en la decisión de compra de los consumidores.
Los grandes momentos en la historia de las alfombras rojas han sido por discursos, chistes, pero también por vestidos icónicos.
En la elección del look final de la celebridad entra el ojo crítico del estilista elegido y ellos juegan un papel crucial, aunque la palabra final la tiene la persona que lo va a usar. Los estilistas son como el arquitecto en el proyecto de una casa. Ellos ven cómo será el peinado, maquillaje, accesorios y vestido para ver que todo funcione, que todo vaya en armonía, que comunique algo, que cuente una historia. Nada es elegido al azar. Todo tiene su razón de ser. Su objetivo principal es ayudar a la celebridad a destacar y lucir lo mejor posible en el evento, pero logrando que se sienta segura, cómoda y hermosa.
Algunas marcas ya tienen a sus musas, a las que siempre visten y tienen un contrato que las vestirán en toda la temporada de alfombras rojas. Como por ejemplo Natalie Portman, Jennifer Lawrence con Dior y Emma Stone con Louis Vuitton.
¿Quién paga los vestuarios? Normalmente para celebridades ya establecidas y conocidas, el vestuario es prestado o patrocinado por las mismas marcas ya que lo ven como una excelente oportunidad de marketing. Con las joyas casi siempre se trata de un préstamo, se hacen acuerdos firmados en donde ambas partes salen beneficiadas.
A veces en el contrato de cada actor/actriz de las películas con los estudios está predeterminado ya el costo de los estilistas, maquillistas, peinadores y transporte para cada alfombra roja de la película en que participa. Pero no siempre.
Este año algunas celebridades como J.Smith-Cameron, Jesse Sisgold y Jon Weinbach traían una cinta amarilla que representa una referencia significativa de traer a casa a los 136 rehenes israelíes detenidos en Gaza como parte de un esfuerzo por mantenerlos visibles y recordar que aún siguen cautivos.
Y no es extraño que las red carpets se utilicen también como escenario de diversas causas sociales para crear conciencia y promover cambios positivos. En otros años ha sido de igualdad de género, diversidad e inclusión, cambio climático, entre otros.
Por Brenda Jaet
MAAZ