La gentrificación ha tenido un impacto significativo en el desarrollo de áreas urbanas a nivel mundial. Este fenómeno, impulsado por factores socioeconómicos y culturales, ha transformado de manera sustancial el paisaje urbano y ha sido objeto de diversos debates y análisis. Aunque este proceso a menudo trae consigo mejoras arquitectónicas, nuevos negocios y una infraestructura revitalizada, sus consecuencias más profundas generan debates sobre justicia social, inclusión y preservación cultural.
La Ciudad de México a lo largo de los años ha experimentado procesos de gentrificación en diferentes áreas, principalmente en barrios históricos y colonias populares, como lo son la Roma y la Condesa, sin embargo, a pesar de los aspectos revitalizadores aparentes, la gentrificación impacta de manera desigual a distintos estratos sociales, creando tensiones entre los residentes originales y los recién llegados.
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Pero ¿A qué nos referimos cuando hablamos de tensiones entre los residentes y que existen consecuencias más profundas? Para responder esto debemos saber que una de las principales causas de la gentrificación es la llegada de nuevos residentes con un poder adquisitivo mayor a los que ya habitan en esa zona, ocasionando un aumento de precios en general, como en la vivienda, comida, etc. Lo que lleva a las comunidades de bajos ingresos a abandonar lugares que han sido históricamente sus hogares. Esto conlleva consecuencias significativas, desde la pérdida de conexiones sociales hasta la fragmentación de identidades colectivas arraigadas en la historia local.
En la Ciudad de México la llegada de estos nuevos residentes se ha visto potenciada por la plataforma de AirBnB, la cual facilita la estancia de los extranjeros dentro del país, aunque esto pueda traer consecuencias positivas como lo es el turismo y por ende el flujo de dinero, no se puede ignorar el hecho de que favorece el aumento del coste de vida en la zona.
Considero, que en general se le da poca importancia a esto ya que se centra la atención en el progreso previamente mencionado, sin embargo, no se toma el tiempo de pensar en cómo esto afectará al sector más vulnerable y buscar soluciones que empaticen con los locales. De esta manera la zona no se verá estancada y continuará su progreso sin perjudicar a los residentes originales.
En conclusión, podemos decir que la gentrificación es un proceso de urbanización necesario para el progreso, sin embargo, se hace un llamado a una reflexión más profunda sobre las consecuencias sociales y culturales del mismo. En última instancia, se propone que, un enfoque más empático y considerado hacia los residentes originales es esencial para garantizar un desarrollo urbano que sea equitativo y sostenible a la posteridad.
Por: Laura Regina Torres, Lic. en Economía, Universidad Panamericana.
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