PIENSA JOVEN

Responsabilidad ambiental

La crisis ambiental es un tema que debe abordarse en colectividad, al ser miembros de la sociedad, somos todos responsables de nuestras acciones como humanidad

TENDENCIAS

·

Como especie, hemos sabido hacer frente a cambios y evoluciones en nuestro desarrollo, ya sean situaciones adversas o favorables, nuestras condiciones de vida se han adaptado según el nuevo entorno para nuestra continuidad; sin embargo, al día de hoy nos encontramos en la que, probablemente, sea la batalla más difícil de librar y la más decisiva en la que alguna vez nos hayamos encontrado, la guerra contra nuestras propias acciones y las consecuencias en las que derivaron años de irresponsabilidad: la lucha climática.

 

No es ningún misterio que el origen de la crisis ambiental se encuentra en las actividades del hombre, en lo que hacemos día con día con completa y acostumbrada naturalidad en nuestras vidas; todas estas acciones, las individuales y las colectivas, son las que tan peligrosamente nos han acercado al borde de un acantilado sin final. 

 

Durante muchos años nos hemos dedicado a señalarnos, y es que es muy fácil lavarse las manos y atreverse a lanzar la primera piedra, pero todos somos culpables - en diferentes grados, pero culpables al fin - de este aberrante pecado contra la naturaleza. Existe un palpable enfrentamiento entre los que se dicen inocentes y los acusados, ¡es suficiente de incriminarnos! Los humanos no hemos logrado sobrevivir por siglos por cuenta propia, nos hemos tenido los unos a los otros, ¿por qué hacerlo diferente ahora?

Entiendo la naturalidad en nuestro ser de evitar problemas, incluso cuando son resultado de nuestras acciones, y es por eso que nadie busca decirse culpable de la catástrofe ambiental, no obstante, la respuesta a este dilema es mucho más sencilla de encontrar: el culpable no es uno, sino que la responsabilidad recae en cada uno de los individuos que pertenecemos a la sociedad, a la humanidad.

Un problema donde todos somos culpables
Foto: Pexels

Muy cierto es que existen grados de imputabilidad, pues a su vez existen limitaciones en las acciones que cada uno puede hacer para colaborar en la causa ambientalista; los hay con más poder que otros, y son ellos en los que recae mayor responsabilidad de laborar para frenar el insostenible estilo de vida que llevamos. 

 

Un común denominador en nuestros días es tachar como culpables de la crisis climática a los gobiernos, a los sistemas económicos y a las empresas, cosa que es un mortífero error; pedirles a estas estructuras tomar acciones es equivalente a pedírselo a la imaginación, a las sombras, a las ideas; situaciones reales ameritan exigir a entes reales, no a conceptos que, sin los humanos, no existirían: no hay economía en la naturaleza, no hay gobernanza en la naturaleza, no hay comercio en la naturaleza; no hagamos responsables a existencias artificiales de problemas naturales. 

 

Parece ser común escuchar a quien dice “¿de qué sirve lo que yo haga si las compañías siguen contaminando?”; aunque es verdad que las acciones individuales del hombre común son poca cosa comparadas con las acciones de gigantes, no hay posibilidad de exención de responsabilidad en la urgencia de esta situación; no hubo movimiento que no empezara en una sola persona, es imposible que a todos les nazca la misma idea, pero sí es plausible que todos la compartan una vez aplicada por uno. 

 

El trabajo es de todos, el hombre que va a la tienda de la esquina en coche aún pudiéndolo hacer a pie, es tan culpable como la empresaria que disminuye costos al hacer omisión de las regulaciones ambientales, ¿por qué? Porque en ambos actos se actúa bajo la irresponsabilidad que en primer lugar nos trajo a la mayor problemática que los humanos hemos tenido que enfrentar. 

La única solución es un trabajo grupal 
Foto: Pexels

Imposible negar lo ya establecido: la acción de uno solo no hace el cambio contra las acciones de millones, pero la unificación de actos hace la verdadera diferencia; lo primordial es reconocernos como igualmente capaces y con la misma obligación de actuar desde nuestra posición para así, verdaderamente, buscar una solución grupal para un problema colectivo
 

Por: Maximiliano González Cano, licenciatura en Business Intelligence, Universidad Panamericana. Integrante de InspireUP.



XBB