¿De vuelta a los 80's, 90's y 2000's? Parece extraño, pero todo apunta a que estamos atrapados en una máquina del tiempo. La industria del entretenimiento se ha apropiado de la nostalgia como una forma de negocio, traducida en éxitos millonarios.
La industria cinematográfica lo ha entendido bien. Los blockbusters de los últimos años se han convertido en remakes y secuelas de aquello que marcó nuestra infancia y adolescencia. Es raro ir al cine y no encontrarte en la cartelera con títulos que nos remontan a los 80s como "Indiana Jones y el Dial del Destino" o bien, de videojuegos trasladados a la gran pantalla como "Mario Bros".
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La parte musical no se queda atrás. Hoy en día, los talentos que surgen por redes sociales son demasiados; pero pocos los que logran consolidar una trayectoria. Por eso, los artistas que conforman el soundtrack de nuestras vidas pueden seguir presentándose en foros internacionales. Tal es el caso del regreso a los escenarios de RBD.
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Hace unos meses, millones de mexicanos retomaron la cultura de reunirse frente al televisor. Sí, como aquellos domingos del 2002 para ver "Big Brother", pero ahora con "La Casa de los Famosos". Pasó mucho tiempo para que los productores encontraran una fórmula que les permitiera alcanzar puntos de rating tan altos como este reality lo hizo.
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Cuando la cultura teatral es considerada como un lujo, llenar las salas es complicado. Así que no resulta extraño ver a "Timbiriche" protagonizando la nueva puesta en escena de "Vaselina", tal y como lo hicieron ellos, ¡pero de niños en 1984!
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Entonces, ¿El fenómeno de la nostalgia es bueno o malo? No se trata de juzgar, sino de entender lo que el público pide. Después de las grandes pérdidas que la industria del entretenimiento vivió tras la pandemia, para sostener a este sector, se requiere apostar a lo seguro: lo que ya ha vendido antes.
Sin embargo, puede resultar cansado para el espectador ver más de lo mismo; ya que, realmente, no es algo original lo que se está consumiendo. Es aquí cuando entra la visión de los productores, la cual debe ser novedosa para que a pesar de que ofrezcan lo que ya funcionó tiempo atrás, ahora venga con un toque diferente para atraer a las nuevas generaciones.
Por: Edgar Del Valle Garza, licenciatura en Comunicación en la Universidad Panamericana
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