ENTREVISTA ESPECIAL

Alterados y arremangados: cómo es hacer metal pesado desde Sinaloa, la guarida del "Chapo" Guzmán

Arturo Hernández, uno de los fundadores de "Nuevo Balance Badiraguato", revela cómo se originó la banda mexicana que ha logrado combinar el grindcore con los corridos bélicos

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Uno de sus más recientes lanzamientos es "El Brillo", un cover de Natanael Cano Créditos: Cortesía / Nuevo Balance Badiraguato

El movimiento alterado y bélico llegó a la vida de Arturo Hernández en un día normal de trabajo en la localidad de Choix, perteneciente al estado de Sinaloa. Uno de sus compañeros, mientras agarraban la peda, llegó entonando "Sanguinarios del M1", una canción que volvió popular Alfredo Ríos "El Komander" y Los Buitres de Culiacán allá por el lejano 2010. Las letras sanguinarias y las referencias a la narcocultura "le volaron la cabeza" al músico mexicano que de inmediato encontró una oportunidad para crear un proyecto musical sin precedentes, logrando fusionar su pasión por el metal pesado y la música regional de un contexto sinaloense acaparado por el crimen organizado. 

"Cuando escuché que la canción decía 'con cuerno de chivo y bazuca en la nuca, volando cabezas al que se atraviesa' dije qué ped**, esta música es súper violenta, hasta pareciera que los corridos alterados han vuelto a retomar aquellas raíces que hicieron del metal un género satanizado y criticado", me comenta desde una videollamada el bajista de 39 años de edad, quien cubre su rostro con un pasamontañas y unos lentes negros, buscando que el proyecto no tenga una cara, que sea la música la que hable, que se vuelva de culto.  

Así, desde hace 8 años, nació "El Nuevo Balance Badiraguato Sinaloa", una banda mexicana de grindcore, un subgénero del Hardcore Punk surgido en la época de los 80's, derivado de estilos arraigados al Punk-rock y el Fastcore. El máximo exponente es la agrupación inglesa Napalm Death, de la que aseguran están influenciados totalmente. Hernández explica en entrevista con El Heraldo Digital cómo se llegó a esta fusión entre dos mundos tan distintos. 

"Nosotros hacemos música fea para gente fea" 

En una industria musical tan cambiante e instantánea existen una serie de reglas implícitas que se buscan imponer y legitimar. Si te quitas la playera, procura que tu abdomen sea marcado. Si vas a hacer metal, no olvides tu greña larga y los tatuajes. Si quieres vender, sigue las tendencias que estén de moda.

Esas son las normas que la agrupación norteña, integrada por cinco músicos mexicanos, busca romper para abrirse paso en el circuito musical underground de la frontera mexicana, en donde también destacan bandas como "Unidad Trauma", quien en 2021 debutaron con su EP "Arte Médica Siniestra". 

"El metal es música fea para gente fea, fue hecho para representar las frustraciones, odio, violencia e inconformidad con el mundo que se vive. Todos quieren presentar los buenos valores, las buenas costumbres, cuando en realidad el metal no se hizo para eso. Y que mejor que buscar un "Nuevo Balance" entre la mata de la perdición como lo es Sinaloa y las raíces del metal", sentencia Hernández.

El proyecto ha sido muy orgánico, comenta Arturo, pues sus principales herramientas han sido las redes sociales y los seguidores que se han ido sumando al proyecto. Y es que en ocasiones, relata, debido a los tiempos de trabajo o familia no hay tiempo para que todos los integrantes se reúnan y comiencen a tocar, por lo que el proceso creativo se hace a distancia, cada músico envía su parte de la canción. 

Entre su repertorio se encuentra "El Brillo", un cover de Natanael Cano, que contiene arreglos con batería, bajo y guitarra. "Nacido en Mexicali", una rola de "El Komander" y "El Ejecutor", todas con un estilo pesado pero al mismo tiempo sinaloense, sin olvidar de dónde vienen. Su próximo lanzamiento se llamará "Maldito", una melodía del cantante Adriel Favela. 

La carrera de Arturo Hernández comenzó desde los 16 años cuando formaba parte de una banda de punk emergente conocida como "Necrofília". Poco a poco fue conociendo todas las variantes musicales hasta llegar al "grind", un subgénero al que describe como energético "más desmadre que ahuevo te hace mover los pies". 

Hasta el momento no han tenido una presentación en vivo pero el objetivo es seguir sacando sencillos para que en un futuro unirlos todos en un disco y presentarlo ante sus seguidores. Si bien su pasión por el metal y la música es grande también se dicen conscientes de que tener una banda es caro económicamente hablando sumando instrumentos, logística y traslados. "Esto lo hacemos para salir de nuestra rutina, por mera diversión, pero si logramos pegarle con esto pues que chilo la verdad", asegura. 

Los corridos tumbados y lo bélico ¿vuelve violenta a la gente?

Hernández revela que en el metal los fanáticos transmíten "energía", misma que como músico tienes que aprender a canalizar. "Yo como metalero no quiero un aplauso o que la gente se quede parada, deseo que la gente se mueva, que saque su estrés, sus frustraciones, su inconformidad, porque todos tenemos trabajos difíciles, gastos, crisis, y van a venir a sacar todo en el concierto, pero solamente buscan divertirse, a lo mejor desde una perspectiva moral para algunas personas eso es ser violento", recalca.  

Fabián Bonilla López, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta en entrevista con El Heraldo Digital que no se pueden descartar los efectos que puede provocar la música bélica en los escuchas y más por sus referencias a la guerra, al crimen, a la muerte. Pero también implica los contextos en el que se desarrolla cada joven, sus necesidades, intereses y búsquedas. 

La agrupación lleva más de 8 años incursionando en el mundo del grindcore y los corridos 
Foto: Cortesía 

"Existen jóvenes en ciertos contextos que hacen esta ecuación, en lugar de vivir toda una vida en la carencia, prefieren adentrarse en estas dinámicas del crimen organizado que les dará beneficios económicos, poder y respeto ante una sociedad que los olvidó"

Un reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicado en 2017, señala que el número de jóvenes que se encuentra trabajando para el crimen organizado asciende a los 30 mil. En 2011, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) reveló que la carrera delictiva de los menores es corta, pues se estima que su promedio de vida es de diez años, muchos de ellos tienen dos salidas: la cárcel o la muerte.

Por su parte Hernández, quien vive de cerca el fenómeno bélico en Sinaloa asegura que la música no vuelve violentas a las personas, pero si manipulables ante letras que hablan de aspiración a riqueza y poder. "Lamentablemente lo veo en personas de bajos recursos que se identifican con las historias de sujetos que nacieron pobres pero que matando a ese cabrón se volvieron ricos", concluye. 

"No aspiro a tener la verdad absoluta ni a obligar a nadie a escucharnos, somos personas comúnes y corrientes pero que hacen música torcida. No queremos enseñar valores ni nada por el estilo. Si te gusta bienvenido a la familia, y si no, le puedes llegar"

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