Con todo y el famoso “moonwalk” de Michael Jackson, el taekwondoín mexicano William Arroyo se impuso en la modalidad de poomsae freestyle, realizada en el marco de los Juegos Centroamericanos que se celebran en El Salvador.
Arroyo consiguió la primera presea dorada para México en esta edición de los juegos, los cuales forman parte del programa olímpico. Minutos antes, la atleta Seo Hyun Lee abrió el tanteador mexicano en el taekwondo poomsae freestyle, al conseguir una medalla de bronce.
“Me siento muy contento, esto ha sido un gran logro para mí, estoy muy contento y muy satisfecho con lo que tuve qué hacer para obtener esta medalla. El trabajo continúa, no hay que descansar, porque tenemos más consecuencias en los próximos meses y un objetivo primordial que son los Juegos Panamericanos”, señaló Arroyo en declaraciones hechas a los canales de redes sociales de la Federación Mexicana de Taekwondo.
El taekwondoín mexicano logró una espectacular puntuación de 7.800 en la categoría freestyle, con lo que logró superar a los demás competidores en una actuación que quedó en la memoria de los asistentes por su pureza técnica.
¿Qué es el poomsae?
Considerado una parte importante de la cultura surcoreana y, por extensión, del taekwondo, el poomsae representa una serie de movimientos con los que se simula la defensa y ataque contra uno o varios contrincantes.
La palabra puede traducirse como “forma” y es importante en la enseñanza de esta disciplina porque ayuda a los estudiantes a capacitarse ante diversas situaciones en las que deba defenderse ante combatientes.
Estos movimientos tienen una larga tradición, puesto que datan de hace más de 5 mil años y están basados en el i-Ching, un oráculo oriental que se compone por 64 hexagramas en 8 series de tres líneas cada una. Cada poomsae tiene un significado espiritual y filosófico, por lo que combina la actividad física con la intelectual.
Existen ocho poomsae taeguk, palabra coreana que simboliza la unión del Yin y el Yang en movimiento eterno, los cuales representan los ocho pilares de la filosofía oriental; y nueve poomsae superiores, exigidos por la Federación Mundial de Taekwondo para la promoción a los dan o niveles.
Entre los beneficios físicos que tienen estos movimientos está la mejora en la concentración, agilidad, respiración, equilibrio y habilidad.