PANORAMA MODA

Barbie take over: La experiencia de ver el fenómeno "Barbie" y su girl power

Me declaro “hater” a ser seguidora de los fenómenos sociales/culturales. Me gusta verlos, entenderlos, estudiarlos, pero nada más

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Me declaro “hater” a ser seguidora de los fenómenos sociales/culturalesCréditos: Especial

Difícilmente, aunque “nunca hay que decir nunca”, me convierto en seguidora. Como millones de personas alrededor del mundo, fui a ver la famosa película de Barbie. Tengo que confesar que no había regresado a una sala de cine desde que inició la pandemia por Covid-19. Estaba de vacaciones, así que fui en California. 

Mi querido lector, la pura experiencia fue ya un fenómeno social digno de estudio. La gente, la mayoría de 18 en adelante, de todas etnias, edades y géneros, disfrazados y/o vestidos con alguna insignia especial del filme. Ni un sólo lugar vacío. Conseguí los boletos con varios días de anticipación, imposible comprarlos el mismo día. La energía en la sala era de felicidad con notas de nostalgia. Mi compañero de al lado se regocijaba a cada momento y hasta rompió en llanto, la gente exclamaba, todos tenían algo que decir.

Yo sentí nostalgia pues, para personas de mi generación, Barbie era la muñeca por excelencia, realmente pasé muchos años de mi vida jugando con ella, coleccionando sus vestidos, muebles, accesorios, inventando historias que me entretenían por horas. Por medio de Barbie podía ser y hacer lo que quería y quien yo quería. Era como transportarte a otro mundo.

Tal vez ahí nació mi fascinación por la moda. ¡Barbie tenía un outfit perfecto para cada ocasión! Y a parte era hermosa, todo se le veía bien, siempre estaba contenta, obvio todas queríamos ser Barbie. Y tenía al novio guapo: Ken, que teníamos por ahí, pero no servía de mucho en el juego. 

Volviendo a la película: es una joya. Se le da un twist feminista y empoderador a esta icónica muñeca, mucho “girl power”.  En “Barbieland” las mujeres lo pueden todo, son los Kens los que sufren todo aquello que las mujeres hemos sufrido en el mundo real. Un buen ejercicio para ver cómo sería el mundo al revés y ver que tampoco sería el ideal.

Para mí, la escena que le da corazón a la película es cuando Barbie (Margot Robbie) toma té con Ruth Handler (Rea Perelman). Y esa sí es una historia digna de caprichos millonarios. La historia de Ruth Handler es de empoderamiento femenino. Ruth, esposa del dueño de Mattel fue quien tuvo la idea de crearla, el nombre es por su hija Barbara.

La primera Barbie debutó en la feria del juguete de Nueva York en 1957. Gracias a Ruth, Mattel fue la primera compañía en anunciarse en televisión en Mickey Mouse Club, antes era por catálogo o en periódico. Con esto, vendieron 350 mil el primer año, por lo que en 1961 sacaron a Ken, el nombre por su hijo “Keneth”.

Fue hasta 1980 cuando aparecieron otras etnias en las Barbies. Para finales de los 2000 Barbie ya era una marca percibida como “fuera de moda”, perdiendo la conexión con sus clientes, alcanzando sus ventas más bajas en 2014. Por lo que Mattel empezó a hacer alianzas estratégicas con marcas devolviéndole a Barbie su personalidad y en 2022 Barbie fue la marca de muñecas más vendida mundialmente, siendo una gran estrategia para posicionarse de regreso.

Con la película, hace su comeback magistral y Mattel se ha asociado con más de 100 marcas para hacer colaboraciones que van desde ropa, accesorios, patines, hamburguesas, helados hasta pintura de construcción. Estas alianzas se ven en la película con Margot Robbie portando accesorios y ropa de la firma de lujo Chanel, por lo cual se dice no hubo ningún tipo de negociación monetaria, más bien fue resultado de la relación entre la artista y la marca.

También vemos la colaboración con Birkenstock, con Crocs y marcas de automóviles. ¿Cuánto pagaron?  ¿Cómo les reditúa? Y no sólo es en moda, en Google, las búsquedas de tinte rubio se triplicaron minutos después de que salió el trailer de la película. 

 

POR BRENDA JAET

MAAZ