Juana Barraza Samperio, quien es recordada como "La Mataviejitas", es una figura que dejó una herida que aún no cierra, sin embargo, su pasado también estuvo lleno de adversidad y la violencia, lo cual la llevó a convertirse en una de las asesinas seriales más notorias del país. Esta mujer cometido el asesinato de 17 adultas mayores durante los primeros años del 2000 en la Ciudad de México.
Nacida el 27 de diciembre de 1958 en Pachuca de Soto, Hidalgo, Juana tuvo una infancia turbulenta, puesto que su padre abandonó a su familia y se llevó a su hijo con él, el mismo día en que ella llegó al mundo. Esta situación provocó que financieramente se vieran muy afectadas y su madre cayera en el alcoholismo.
Encontró en la lucha libre una escapatoria
Pocos meses después, lo que quedaba de su familia se trasladó a la capital del país. En el entonces Distrito Federal, su madre tuvo otros dos hijos con otro hombre, quien se volvió su padrastro, a quien, aunque no la dejaba salir y estudiar, lo veía como su único aliado. Juana ha contado que en aquel entonces su mamá solía agredirla física y mentalmente.
Además de que a cambio de tres cervezas la “entregó” a un hombre que abusó sexualmente de ella a sus 13 años; quedó embarazada y tuvo que ser rescatada por sus hermanos. Su hijo murió cuando él tenía 24 años, en una riña. Juana vivió muchos años de sufrimiento, pero encontró una salida en el cuadrilátero, pues a sus 30 años comenzó una carrera en la lucha libre como "La Dama del Silencio". Sin embargo, una lesión en la columna la obligó a retirarse del deporte.
¿Cuándo se volvió asesina serial?
En 2003, una serie de homicidios de ancianas puso a las autoridades a investigar. Juana, quien se había dedicado a ganarse la confianza de las ancianas para luego asfixiarlas y robar sus pertenencias, fue identificada como la principal sospechosa.
Su modus operandi y su fisonomía robusta hicieron que inicialmente se pensara que el asesino era una persona trans. El 25 de enero de 2006, Juana cometió un error que la llevó a su captura: asesinó a una mujer de 80 años llamada Ana María de los Reyes Alfaro, pero hubo un testigo que alertó a la policía. Se ha especulado que el trauma ocasionado por la violación durante su niñez parece haber sido un factor importante y aparentemente, Barraza asociaba a las ancianas con su madre, creyendo que ayudaba a la sociedad al matarlas.
Tiene posibilidad de quedar en libertad
En 2008, Juana fue condenada a 759 años de prisión por 17 homicidios dolosos y 12 robos, pero por ley sólo recibió 50 años, por lo que podría quedar en libertad alos 98 años. Hoy en día, Juana cumple su sentencia en el centro femenil de reinserción social Santa Martha Acatitla, se dedica a vender tacos de guisado y a enseñar caminata a otras internas. A pesar de su pasado violento, se le ha descrito como una mujer amable y gentil.
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