Las intensas olas de calor que se han vivido en México, así como en otras partes del planeta, parecen ser sólo la punta del iceberg cuando se trata de comprender cómo funciona el Sol. Ante esto, surge un fenómeno que es conocido coloquial y científicamente como erupciones solares, mismo que se presenta cuando una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) se genera a partir de inmensas nubes de energía de plasma magnetizado y radiación solar que, como también se sabe y analiza desde la Tierra, puede ser arrojado al espacio en todas direcciones.
Hasta aquí, son fenómenos comunes que los científicos estudian comúnmente. El problema surge cuando una de esas erupciones solares se convierte en una tormenta solar denominada como "caníbal". Ante lo implacable del concepto, estos se presentan cuando una erupción acumula tal cantidad de plasma magnetizado que se le denomina de Clase X, es decir, el de mayor impacto en su rango.
Aquí es donde surge la pregunta ¿Cómo daña este tipo de tormenta a la Tierra? y ante un sí con algunas variables por comprender, se puede aceptar que los seres humanos podrían sufrir las repercusiones.
Potentes erupciones solares alertan a la comunidad científica
Como se mencionó, este tipo de fenómenos son estudiados todo el tiempo para comprender su impacto y prevenir, de ser posible, el mismo en las telecomunicaciones del planeta, principalmente. Además de esto, la más reciente causó preocupación por la posibilidad de provocar fallos eléctricos masivos y dañar severamente a los astronautas en el espacio, quienes están más expuestos a la radiación.
La preocupación comenzó cuando un equipo de científicos del Instituto Fedorov de Geofísica Aplicada en Moscú detectó varias erupciones solares potentes de Clase X, mismas que se calculaban tendrían un impacto desde el lunes 17 y martes 18 de julio pasado.
- Esta clase de erupciones libera energía equivalente a miles de millones de bombas de hidrógeno y sus tormentas de radiación son más duraderas.
¿Qué es una tormenta solar caníbal?
El nombre de "caníbal" asume de inmediato un rol protagónico en este tipo de eventos. Más allá del temor que podría generar, lo cierto es que una tormenta solar caníbal surge a partir de las eyecciones de masa coronal (CME) antes explicadas y se debe a la formación particular con que se desarrolla, más que a la intensidad de la misma.
Por lo tanto, se presume que un CME es caníbal cuando una tormenta o eyección inicial o primaria es seguida de otra eyección secundaria. En este caso, la segunda alcanza a la primera nube de plasma magnetizado y la "engulle" a tal grado que crea una sola de magnitud súper masiva.
Este fenómeno era monitoreado por los especialistas desde hace semanas y fue el 14 de julio pasado cuando se confirmó que sucedería en nuestro Sol. Lo particular fue que la primera eyección fue una llamarada oscura, es decir, una donde el plasma magnetizado es de temperatura mucho muy baja, por lo cual tiene una apariencia oscura y no brilla de forma intensa como el resto del Sol. Esto sucedió en la denominadas mancha solar AR3370.
A la anterior le alcanzó la segunda eyección originada en la mancha solar AR3363, la cual es más grande y avanzó con más velocidad. Fue así como algunos especialistas del Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) realizaron una simulación para analizar el comportamiento de las eyecciones o llamaradas y así denominarla "caníbal".
Se esperaba para el año 2025 y ¿Cómo afectará a la Tierra?
Las CME denominadas caníbal son más probables durante el máximo solar, es decir, lo que se comprende como el pico caótico del ciclo solar de 11 años. En este lapso aumentan las manchas y erupciones solares y el campo magnético solar es más inestable.
- Los expertos preveían que el próximo máximo solar se produciría en el año 2025 y su impacto sería débil. Los cálculos indican que ha sido antes y con un impacto mayor.
El impacto o daño en la Tierra puede estimarse desde distintas variables, tales como:
- Las eyecciones solares masivas deben darse en la dirección y momento correcto hacia la Tierra.
- De darse lo anterior, podría ionizar la atmósfera superior de la Tierra y alterar las señales de radio y satélites.
- Tormentas más intensas podrían interrumpir las conexiones terrestres con los satélites y desactivar los sistemas de radio y GPS a larga distancia.
- Las tormentas solares de gran intensidad pueden generar corrientes eléctricas en la Tierra con el potencial de dañar infraestructuras de metal, tales como redes eléctricas y vías de tren.
- Los pasajeros de avión estarían mucho más expuestos a la radiación e incidir en su salud.
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