PIENSA JOVEN

¿El tamaño de cuerpo afecta tu diagnóstico médico?

El estigma del peso en la medicina

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El estigma de peso, también conocido como gordofobia, es una suposición basada en prejuicios y estereotipos acerca de la condición de una persona sin la necesidad de conocer su situación; simplemente por el tamaño de su cuerpo, el número que muestra la báscula o los centímetros que mide su cintura. Estas suposiciones pueden llevar a un trato diferente en varios ámbitos, incluyendo en la atención médica.

Un cuerpo grande es comúnmente asociado con ausencia de salud, por lo que se utiliza como diagnóstico para cualquier padecimiento, sin verdaderamente hacer las revisiones, exploraciones y exámenes para un diagnóstico correcto. Citando a la doctora Ana Serrano (ortopedista del Centro Médico ABC Santa Fe): “el diagnóstico de la gordura es simplemente una salida fácil […], ojalá todo se solucionara bajando de peso”.

Bajar de peso puede tener graves repercusiones sobre la salud mental dependiendo de cada individuo y el método utilizado, además de que no ser la cura ni un medicamento mágico para alcanzar el bienestar. Pensemos si al fomentar la pérdida de peso estamos promoviendo el cuidado de la salud o solamente de la imagen corporal.


El estigma de peso no solo se presenta en los diagnósticos médicos, también se encuentra en las instalaciones hospitalarias en cuanto a espacios y vestimentas. Si en México más del 75% de la población cae en la categoría de sobrepeso u obesidad (ENSANUT, 2018), ¿No se supone que los hospitales y centros médicos deberían estar adaptados para tratar la salud de más de la mitad de la población mexicana?

¿Perder peso es sinónimo de salud?
Foto: Pexels

¿Cómo identificar un diagnóstico basado en el estigma de peso?


Tanto profesionales de la salud, como pacientes, debemos plantearnos: ¿La condición se presenta solamente en personas con cuerpos grandes? ¿Qué tratamientos y recomendaciones obtendría una persona de cuerpo delgado con el mismo padecimiento?
Ojo, científicamente se sabe que el peso sí puede ser un factor de riesgo para ciertas enfermedades, pero no por eso se le debe dar un tratamiento distinto a una persona con cuerpo grande ni recetar la pérdida de peso.


Tomemos en cuenta 3 aspectos muy importantes: 

  • El peso y el tamaño de cuerpo de una persona son aspectos multifactoriales, que no solamente dependen de hábitos alimenticios y de actividad física. No son aspectos modificables al gusto, su implicación fisiopatológica es mayor.
     
  • Un cuerpo delgado no equivale a un cuerpo sano. La pérdida de peso puede ser síntoma de varias enfermedades tanto físicas como mentales (cáncer, depresión, Parkinson, colitis, trastornos de la conducta alimentaria, etcétera). Además, la pérdida de peso voluntaria puede implicar riesgos a la salud por subalimentación, medidas compensatorias y uso de fármacos sin supervisión profesional.
     
  • Correlación no implica causalidad. No porque dos eventos se presenten de manera simultánea significa que uno es causa del otro. Enfocándonos en el tema, no porque una persona tenga cierta enfermedad o condición, significa que la padezca por su tamaño de cuerpo o su peso.

Evitemos etiquetar negativamente a las personas debido a su peso corporal. Este hecho afecta su calidad de vida y su bienestar emocional.
Esta es una invitación para dejar de normalizar la discriminación disfrazada de salud y exigir atención médica de calidad, independientemente de la talla del paciente.


Finalizo citando a la activista anti-dietas y nutrióloga Raquel Lobatón: “No le debes delgadez a nadie”.

XBB