El avance de las tecnologías y el mundo de la información han sido muy vertiginosos y en las últimas décadas nos han presentado diferentes escenarios. Ante esta situación, el manejo de datos se convirtió en una acción más que sumamos a nuestras rutinas, sea el ámbito que sea en que nos movamos.
En este marco, la utilización de computadoras, tablets y otros dispositivos móviles se multiplicó y con ellos se fueron descubriendo servicios y aplicaciones para facilitar la comunicación entre las personas. Con este escenario también aparecieron algunas regulaciones gubernamentales que a muchos parecen no gustarles.
Así fue como, en 2010, el artista alemán Aram Bartholl ideo lo que hoy se conoce como USB Dead Drops. Este método de comunicación y transferencia de datos sigue activo y multiplicándose en algunos rincones del mundo. El anonimato es una e sus principales características, por eso te invitamos a conocer sus usos y riesgos.
Conoce el uso de los ocultos USB dead Drops
La idea de los USB dead Drops surgió como una manera de compartir archivos de manera física y anónima. Se basa en la utilización de dispositivos de almacenamiento USB que han sido empotrados en alguna pared, un árbol o cualquier espacio público en donde esté protegido de las inclemencias climáticas y sea de fácil acceso.
Por lo general, cada USB dead Drops tiene una temática en particular y quienes lo utilizan deben conectarse con cualquier dispositivo para extraer o añadir contenido en el formato que deseen. Este intercambio de información no precisa de Internet y está fuera del control gubernamental, sin embargo puede ser una gran amenaza para tus dispositivos y datos personales ya que estos puertos pueden contener virus informáticos. Lo mejor es ser precavidos si te animas a probarlos.
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