Las vedettes gozaron de un arrollador éxito en México durante los 60 y 70 convirtiéndose en un símbolo sexual gracias a sus cautivadores bailes y belleza que llevaron directo a los escenarios y el cine. Entre ellas destaca Olga Breeskin, quien a sus 71 años continúa conquistando al público tocando el violín, instrumento que le otorgó fama en clubes nocturnos.
La también actriz se mantuvo alejada de la farándula en México durante un largo tiempo luego de mudarse a Las Vegas, Nevada, donde actualmente radica y tuvo un programa de radio. En 2008 sorprendió a sus fans al anunciar que profesaba la fe cristiana, por lo que ahora comparte su testimonio en conferencias y toca el violín en iglesias.
En 2016 fue parte del documental “Bellas de noche” de la cineasta María José Cuevas que habla de otras vedettes conocidas como Lyn May, Wanda Seux y la Princesa Yamal. En 2021 retomó los escenarios con el espectáculo “Divas” junto a famosas artistas como Lucía Méndez y Dulce.
Trayectoria de Olga Breeskin
La cantante es hija del violinista y director de orquesta ruso Elias Breeskin, de quien tanto ella como su hermano heredaron la pasión por la música y aprendieron a tocar el violín. Fue este instrumento el que más tarde les ayudaría a sacar adelante a su familia, pues tocaban en restaurantes a cambio de propinas.
Fue en uno de estos lugares donde el dueño de una cadena de clubes nocturnos descubrió a Olga Breeskin, cautivado por su belleza y talento la contrató para tocar en algunos de los sitios de los que era dueño con un espectáculo tipo Las Vegas en el que involucraron bailarines. En éstos ella bailaba con ajustados leotardos mientras tocaba el violín.
Su primera oportunidad en el cine fue con la cinta “México de noche”, gracias a su talento se presentaron nuevos proyectos en la industria como “La Disputa”, “Lo que más queremos” y “Bikinis y rock”, pero la cinta que logró impulsar aún más su popularidad fue “Nora la rebelde”.
Participó en telenovelas como “El amor tiene cara de mujer” y “El chofer”, aunque ella misma reconoció que la actuación no era aloque la apasionara tanto como la música. Sobre su vida personal, se casó con el bailarín neoyorkino, Joey Doucette, con quien tuvo a su hijo, Alan.