CLÁSICOS DEL CINE

¿Un "Titanic" nazi? Así fue la poco conocida película encargada por Goebbels

Con el objetivo de desacreditar a ingleses y soviéticos, el poderoso ministro nazi trató de reescribir la historia del famoso naufragio

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La versión nazi del "Titanic" se estrenó en 1943.Créditos: Especial

El 15 de abril de 1912 sucedió lo impensable: el trasatlántico que se había promocionado como insumergible, terminó en el fondo del mar tras chocar con un iceberg en el norte del Océano Atlántico.

Casi de inmediato, el cine retomó la tragedia del Titanic en numerosas cintas, tanto documentales como de ficción. De pronto, la historia de uno de los proyectos náuticos más importantes de la época, alcanzó el nivel de leyenda.

En la versión nazi, los británicos y los rusos son los villanos. Foto: Especial

Apenas 29 días después se presentó la primera versión cinematográfica de esta tragedia, contada supuestamente desde la perspectiva de una de las sobrevivientes, aunque dicha cinta se considera actualmente perdida.

Treinta y un años después llegaría una de las versiones más polémicas en la fructífera historia del cine y el trasatlántico, aunque sería bastante sorpresivo su origen y quién estaba detrás de su producción: se trata del Titanic encargado por Joseph Goebbels para Hitler.

Una arma del régimen

Hitler y Goebbels siempre tuvieron clara la importancia del cine de propaganda. Dos de los mejores documentales de la historia, “El triunfo de la voluntad” y “Olimpia”, ambos dirigidos por Leni Riefenstahl, se realizaron en la poderosa máquina cinematográfica nazi.

A inicios de la década de los 40, Joseph Goebbels tuvo una idea que consideró brillante: hacer una nueva versión del Titanic, centrándose en la ambición de los dueños británicos del barco y la lentitud en la reacción de los marinos rusos, de origen judío, que se encontraban a bordo.

En medio, claro, un oficial de origen alemán que es el único que actúa con cierto juicio y que se desespera porque sus avisos no son escuchados, haciendo que ocurra el desastre que pasó a la historia.

El proyecto fue encargado al renombrado cineasta alemán Herbert Selpin, quien se mostraba reacio a llevar la idea de Goebbels literalmente a la pantalla grande, lo cual terminó costándole la vida.

La “maldición” del Titanic

Para el rodaje, Goebbels impuso que, en lugar de muchos de los actores, se empleara a marinos alemanes condecorados para elevar el ánimo de las tropas, las cuales comenzaban a sentir el embate del contraataque aliado.

Sin embargo, los soldados mostraban muy poca disciplina en el set de rodaje, lo que molestaba profundamente a Selpin, quien se llegó a quejar de su poco profesionalismo. Tras ser denunciado por su guionista Walter Zerlett-Olfenius, el cineasta fue encontrado muerto en su celda.

Algunas escenas inspiraron la película de James Cameron. Foto: Especial

El proyecto pasó entonces a manos de Walter Klinger, quien culminó la obra que fue todo un éxito en la Francia ocupada. El largometraje, no obstante, fue proyectado durante muy poco tiempo en la Alemania nazi, debido al gran realismo mostrado.

Casi al final de la guerra, el barco Cap Arcona, donde se realizó el rodaje, fue hundido por la Armada Británica por error: a bordo se trasladaban a más de 5 mil prisioneros, rescatados de campos de concentración.

A pesar de todo ello, la cinta es considerada un verdadero prodigio técnico, y se cree que el mismísimo James Cameron se basó en muchas de sus tomas, incluyendo las del hundimiento, para crear su multipremiada versión a finales de los 90.