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Contén el aliento antes de conocer que se coloca primero: ¿Protector solar o crema hidratante?

Ambos productos son esenciales en la rutina del cuidado de la piel, ya que funcionan como barrera ante los agentes de suciedad del ambiente y como escudo de protección contra los rayos UVA y UVB.

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El protector solar y la crema hidratante deben ir de la mano en la rutina de skincare.Fuente: Pexels.com

Siempre es saludable para la piel comenzar el día y las actividades cotidianas con una rutina de cuidado facial matutina. En este sentido, productos como el protector solar y una crema hidratante son fundamentales para cuidar el tejido dérmico.

La protección contra los rayos UVA y UVB es un hábito que debe incorporarse en cualquier estación del año, no solo en verano. De esta manera, se previene el envejecimiento prematuro de la piel, la aparición de manchas y arrugas, y la pérdida de colágeno. 

Pero al igual que la protección contra los rayos dañinos del sol, también es importante hidratar la piel para prevenir la resequedad o el efecto opaco. En esta línea de cuidados corporales, a muchas personas les surge la duda: ¿Va primero la crema hidratante o el protector solar?

 

La recomendación de los profesionales 

Según la doctora Maite Fernández Morano, quien es miembro del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de España, "la crema hidratante se aplica antes que la protección solar”. La especialista mencionó para el medio Mujer.es que esto se debe hacer así para que el protector cumpla correctamente su función: bloquear los rayos UVA.

La crema hidratante debe aplicarse en el rostro antes del protector solar. Fuente: Pexels.com

En lo que respecta a este último producto, el Factor de Protección Solar 50 es el más recomendado para los tejidos dérmicos superficiales, ya que filtra el 98% de los rayos UVB. En este sentido, siempre será necesario asesorarse con un dermatólogo para evaluar qué fototipo de piel es el diagnosticado. En cuanto a la crema hidratante, esta es fundamental para reparar la sequedad y la deshidratación que produce el sol en la piel, junto con otros factores como el polvo y las partículas contaminantes del ambiente.