Antes del 14 de febrero de 2019, nadie conocía la historia de Saúl Emmanuel Pérez Esparza, quizá su vida no haya sido muy distinta a la de otros hombres de su pueblo: trabajo duro del campo.
Sin embargo, una mala decisión, quizá ligada con una desmedida ambición le dio un giro de 180 grados a la vida de Saúl, cuando se unió a la lista de los múltiples asesinos que han asolado Acolman, un pequeño pueblo del Estado de México, donde la fabricación de piñatas en diciembre es la máxima atracción turística.
¡A sangre fría!
La crueldad con la que Saúl terminó con la vida de tres integrantes de una familia paralizó al pequeño pueblo y causó indignación en toda la sociedad mexicana, ya que se trató de un crimen a sangre fría que le costó la vida a tres integrantes de una familia, dos adultos mayores y un joven con capacidades diferentes.
Saúl no era ajeno para sus víctimas, pues después de las indagatorias, se supo que el criminal ya conocía la casa de sus víctimas y que incluso era culpable de otros delitos como robo de vehículo con violencia, violación, usurpación de las funciones policiacas y hasta otros homicidios.
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70 años de prisión
Luego del multihomicidio, familiares y amigos de las víctimas se movilizaron para exigir justicia por el crimen. Ante este panorama, la Fiscalía del Estado de México llevó a cabo varias indagatorias, las cuales algunos meses después determinaron la culpabilidad de Saúl.
Respecto a la razón del crimen, se presume que Saúl terminó con la vida de la familia García, dado que lo contrató una tercera persona, quien presumiblemente le pagó para cometer el crimen, ya que esta tercera persona le había pedido dinero prestado a las víctimas y no quería pagarles.
En noviembre de 2019, Saúl fue capturado e ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Texcoco, donde en noviembre de 2021 fue condenado a 70 años de prisión por el multihomicidio de la Familia García.
Vale mencionar que pese a la condena y aprehensión de Saúl, familiares y amigos de la familia García no han podido encontrar la paz, pues temen ser víctimas de otro atentado.
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