La mañana del 2 de agosto de 1993, la vida de Eric Smith cambió radicalmente, pues dejó de ser el adolescente quien hasta ese entonces había recibido burlas y ofensas por su color de cabello y se convirtió en un criminal que por su nivel de crueldad aterrorizó a la ciudad de Nueva York.
Cuando era niño, Eric fue víctima de abuso y rechazo, lo que produjo que al crecer desarrollara un carácter explosivo y mucha ira, la cual desafortunadamente descargó contra los más vulnerables como el gato de su vecino y el pequeño Derrick Robie, un menor de cuatro años, quien era su vecino.
Crueldad e ira
El día del infanticidio, Eric fue expulsado del campamento infantil de su localidad, debo a su mal comportamiento, lo que desató su furia y cuando iba de regreso a casa se encontró con Derrick, quien iba camino al campamento por primera vez solo sin la supervisión de su madre.
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El asesino pelirrojo
Lo más interesante de la psicología de este criminal es que él mismo se delató ante las autoridades, cuando comenzó a realizar algunas preguntas a su vecina, quien alertó a las autoridades. Al interrogarlo, a la policía le llamó la atención su necesidad de protagonismo y las contradicciones en que cayó durante sus declaraciones.
Finalmente, algunos días después, Eric le confesó el crimen a su madre, y fue condenado primero a nueve años de prisión, aunque pasó 28 años en el Centro Correccional de Woodbourne en el condado de Sullivan.
En febrero de 2022, Eric salió en libertad condicional, por lo que se sabe que ahora vive en el condado de Queens bajo supervisión, se cree que es junto a su madre Tammy Smith.
Se sabe que ahora que ya cumplió su condena, Eric planea comprar una casa para vivir junto a su prometida y nunca regresar al lugar donde asesinó al pequeño Derrick.