México tiene alrededor de 100 pueblos mágicos para visitar, algunos de los cuales son los favoritos tanto de mexicanos como de extranjeros por la gran cantidad de actividades que ofrecen; así como por su arquitectura y la cultura inmersa en ellos.
El concepto “pueblo mágico” nació a raíz de la creación de un programa de la Secretaría de Turismo en colaboración con distintas instancias gubernamentales y las mismas entidades que cuentan con estos lugares, a fin de revalorar el conjunto de poblaciones del país que se encuentran en el imaginario colectivo de la nación y que, además, representan alternativas para todos los visitantes.
También es un reconocimiento a quienes los habitan, porque han sabido salvaguardar la riqueza cultural e histórica que encierran esos pueblos mágicos de nuestro país. Uno de ellos se localiza muy cerca de Tequisquiapan, rumbo a la Sierra Gorda de Querétaro y está a sólo 2 horas de la Ciudad de México: Cadereyta.
Cadereyta: Pueblo Mágico
El pueblo mágico de Cadereyta fue habitado por chichimecas y representa la puerta a la Sierra Gorda. Es un lugar donde se junta el semidesierto con el agua, lo cual le otorga el privilegio de contar con una enorme variedad de ecosistemas enmarcados por las rojizas paredes de la sierra queretana.
Por sus características territoriales abundan asombrosos jardínes botánicos, casonas coloniales, templos, haciendas y alrededores que encantan por sus presas, cavernas y zonas arqueológicas. Aunado a sus construcciones religiosas y a dos de los más diversos invernaderos de cactáceas existentes en el continente americano.
Cadereyta resguarda un conjunto religioso (pintado de rojo y ocre) que forma parte de la popular Ruta de la Misiones, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) en 2003.
Las cinco Misiones de la Sierra Gorda
Fundadas en Querétaro por Fray Junípero Serra entre los años 1751 y 1766, las cinco Misiones de la Sierra Gorda fusionan arquitectura, religión cristiana y creencias indígenas. Es así que, con la intención de catequizar y pacificar al mismo tiempo la zona, Fray Junípero, apoyado por otros franciscanos e indígenas pames, construyeron los templos denominados Jalpa, Landa, Tilaco, Tancoyol y Concá.
Las fachadas de las cinco Misiones están llenas de simbolismos; por la parte indígena se destacan figuras de plantas, flores y mazorcas que conviven en armonía con los símbolos cristianos. Cada una de ellas tiene su propio estilo y maravillosos encantos que quedan enmarcados por los hermosos paisajes de la Sierra Gorda.
Actividades y atractivos
En Cadereyta se puede realizar senderismo, pescar, escalar o admirar sus construcciones religiosas y visitar dos de los más diversos invernaderos de cactáceas en América.
Uno de sus atractivos es la Presa Zimapán, es el límite natural entre los estados de Hidalgo y Querétaro; en 1996 se inauguró como una moderna planta hidroeléctrica que usa la fuerza de los ríos San Juan y Tula para generar hasta 292 megawatts por hora. Casi al centro del embalse de la presa hay un campamento ecoturístico llamado La Isla, donde se puede pasar la noche en unas hermosas cabañas. En La Isla hay la opción de ir en lancha hasta la cortina de agua de la presa.
En este pueblo mágico se puede adquirir alguna artesanía fabricada en ixtle; probar el “nopal en su madre” que preparan en Quinta Schmoll; o pasar todo un día de pesca en la Presa Zimapán.
¿Cómo llegar?
Una ruta es tomar la carretera México-Querétaro, superar las casetas de cobro de Tepotzotlán y Palmillas, y después seguir los señalamientos hacia Tequisquiapan y finalmente Cadereyta (carretera núm. 120).
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