Una carta enviada en 1916 llegó por fin a su destinatario… o, por lo menos, a la dirección en la que habitaba la persona a la que estaba dirigida cuando se envió hace más de un siglo.
Finlay Glen, de 27 años de edad, fue quien recibió la misiva, enviada originalmente a la señora Katie Marsh, esposa de Oswald Marsh, un importante comerciante de sellos de la época.
“Estuvo en mi escritorio durante un tiempo. Yo y mi novia, Lucy, la encontramos y hablamos siempre sobre esta cosa increíble. La sacábamos ocasionalmente y se la mostrábamos a nuestros amigos, casi como un tema de conversación en las fiestas”, señaló Glen, quien llevó la carta a una sociedad histórica local.
La misiva, originalmente enviada el 6 de febrero de 1916, fue enviada por alguien llamada Christabell, quien aparentemente le pide consejo sobre algunas cuestiones personales, aunque en un tono pasivo-agresivo, según destacan los expertos de la Sociedad Histórica de Norwood.
El sello, que mostraba la efigie del rey Jorge V, fue lo primero que llamó la atención de Glen, quien indagó hasta saber que se trataba la correspondencia de un famoso comerciante de la zona.
“Él era un muy exitoso empresario de Norwood, un comerciante de estampas que vivió en distintas casas en el área. Como historiador local estaba sorprendido de tener los detalles de la carta pasando hacia mí y emocionado de saber más sobre Oswald Marsh”, destacó Stephen Oxford, de la Sociedad Norwood.
Las autoridades del Correo Real británico no ofrecieron explicaciones sobre lo que sucedió para que la carta no fuera entregada en tiempo y forma.
“Incidentes como éste pasan muy ocasionalmente y no sabemos qué sucedió en este caso. Apreciamos que la gente esté muy intrigada por esta carta de 1916, pero no tenemos información sobre lo que pudo haber sucedido”, declaró un portavoz de la dependencia.
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