El monarca nipón, Naoya Inoue, mantuvo este martes, la racha noqueadora, y sumó las dos diademas que le hacían falta para completar el indiscutido supergallo, al despachar en 10 rounds al filipino, Marlon Tapales, en la Ariake Arena de Tokio, Japón.
Como dueño de los cinturones del Consejo Mundial de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo, Inoue subió al ring para adueñarse de los fajínes de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo que tenía en su poder La Pesadilla Tapales.
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Es doble campeón indiscutido gracias a este triunfo
En lo que fue su victoria 21 en peleas de campeonato, El Monstruo Inoue se sumó al selecto grupo de dobles campeones indiscutidos en la historia, junto a Claressa Shields, Katie Taylor y Terence Crawford, y de paso se afianzó como uno de los mejores representantes libra por libra del momento.
Inoue, quien colecciona campeonatos en minimosca, supermosca, gallo (indiscutido) y ahora supergallo (indiscutido), adelantó que pretende quedarse en las 122 libras, pues por ahora está negociando una pelea en mayo ante el exmonarca mexicano Luis Pantera Nery.
Inoue tiró al suelo a su rival en dos ocasiones
Inoue hizo gala de sus habilidades boxísticas al dominar por completo a un agresivo Tapales, quien terminó visitando la lona en el cuarto y en el décimo round. Con potentes derechas en recto, que se colaron entre la cerrada guardia del tagalo, Inoue fue buscando los puntos débiles y nutriendo las combinaciones hasta encontrar los espacios para llevarse las tarjetas de manera unánime.
Tapales entró muy ofensivo, soltando las manos, pero con presión, Inoue lo obligó a cambiar la estrategia. Sin embargo, Tapales se ganó el respeto gracias al gran corazón que mostró.
"Estoy complacido porque salí con la victoria ante un oponente muy difícil y complicado. Nunca me mostró debilidad y me sorprendió cuando se fue a la lona en el 10" dijo Inoue, quien mejoró su récord a 26-0 con 23 nocauts.
Un juego de jabs le dio el triunfo al asiático
Bien plantado y haciendo economía en su energía, Inoue utilizó el jab para abrir espacios y desmayó la guardia en una peligrosa invitación para intercambiar golpes.
Tapales, aunque mostró precaución, y escondió su barbilla en el hombro, fue conectado en varias ocasiones de manera importante, pero, a pesar de que se tambaleó, demostró deseos de terminar de pie el combate. El desenlace de la contienda llegó al 1:02 del décimo round con una potente derecha que obligó a La Pesadilla Tapales a poner una rodilla y a gatear un poco intentando levantarse. Pero, viendo el daño, referi detuvo las acciones.