VIDA DE GATO

¡Paraísos felinos! En estos tres países sí que aman a los gatos

Aunque por lo regular ocupan el segundo lugar entre las preferencias de quienes tienen mascotas, en estos tres países los gatos mandan

TENDENCIAS

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En Japón, Turquía y los Países Bajos, los gatos son cuidados con mimo.Créditos: Wikimedia Commons

A nivel global, los gatos ocupan el segundo lugar en preferencias al ser elegidos como mascotas, siempre detrás de las distintas razas de perros. Sin embargo, existen países donde esta tendencia se invierte.

En estas naciones, por razones culturales, ideológicas y hasta religiosas, los mininos son elegidos por encima de los canes para ser los consentidos de millones de hogares e incluso figuran en casi todos los tipos de arte.

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El culto a los michis no es algo nuevo. Ya en el antiguo Egipto se les consideraba enviados de los dioses y prácticamente inmortales como ellos, mientras que los epicúreos en Grecia tomaban ejemplo de su vida despreocupada.

Con etapas oscuras, como la vivida en la Europa medieval cuando la Santa Inquisición consideraba a los gatos como mensajeros del Diablo y ordenó masacres que acabaron con poblaciones enteras de mininos, abriendo las puertas a las ratas y la Peste negra, estos pequeños felinos han acompañado a la humanidad por cientos de años. Y aquí se les trata como se merecen.

Japón, ensueño felino

En el Lejano Oriente existe una fascinación secular con los gatos. En Tailandia, por ejemplo, se les consideraba guardianes de los templos, mientras que en China tener un gato es símbolo de que no habrá hambre en el hogar. Pero Japón lleva la amistad  con ellos a otro nivel.

El maneki-neko es una figura recurrente en templos y negocios. Foto: Japan Travel

Una de las leyendas más hermosas es la del maneki-neko, el gatito saludador que puedes ver en prácticamente todos los lugares orientales. Dicen que un señor feudal se encontraba debajo de un árbol, cuando vio que un gatito lo saludaba con el gesto tradicional. Intrigado, se acercó y en ese momento un rayo fulminó el sitio donde estaba. Desde entonces se les considera de buena fortuna y protección.

La literatura y el cine japonés guardan un gran espacio para los gatos. Libros como “Mi vida como un gato” y “Las crónicas de un gato viajero”, de Natsume Soseki y Hiro Arikawa, respectivamente, demuestran la fascinación con estos hermosos peludos.

En la isla de Aoshima hay seis gatos por cada persona. Foto: Japan Travel

Aún más: existen dos islas cuya población, prácticamente, es de puros gatos. En Tashirojima, ínsula dedicada a la cría de los gusanos de seda, hay cuatro gatos por cada humano, mientras que en la isla pesquera de Aoshima, la relación es de ¡seis a uno!

Turquía, por orden del Profeta

“El amor a los gatos es un signo de la fe”. La frase pertenece al Profeta Mahoma, quien nombró en numerosas ocasiones a los felinos como símbolos de limpieza, orden y amistad, indispensables como ejemplo.

Los gatos no pueden ser maltratados por quienes profesan la fe islámica. Foto: Especial

Por ello no sorprende que Turquía, un lugar donde predomina la fe islámica, sea un país muy amistoso con los gatos. De hecho, maltratar a un gato no solo es un crimen grave, es algo prácticamente impensable para sus habitantes.

Se cree que los gatos llegaron desde Egipto, en su calidad de animales sagrados, a Mesopotamia, cuyo territorio forma parte del actual estado otomano. Por esta razón, la relación de los turcos con los michis es milenaria.

Se cree que en Estambul hay más de 150 mil gatos ferales. Foto: Oficina de Turismo de Turquía

De hecho, Estambul es considerada la ciudad más amigable con los gatos de todo el mundo. Más de 150 mil gatos ferales deambulan por sus calles todos los días, y aunque no tienen una casa específica, son considerados propiedad de todos los habitantes de la ciudad, quienes los alimentan, cuidan y apapachan siempre que pueden.

Países Bajos: ¡gato al agua!

Aunque en naciones como Portugal hay dichos relacionados con los gatos, en España ser “muy gato” significa ser galante e inteligente, en Brasil decirle “gata” a una mujer es señalar que es increíblemente guapa o en Francia no hay foto de intelectual sin una compañía felina, los habitantes de los Países Bajos llevan el amor gatuno en la piel.

Los michis son una de las mascotas favoritas de los neerlandeses. Foto: X / Poezenboot

Desde finales de la Edad Media, los antiguos moradores de esta parte de Europa notaron la gran ventaja que implica tener gatos cerca para mantener a raya a las ratas y otras plagas, haciéndolos parte de las casas y los paisajes citadinos.

Una de las mayores atracciones de Ámsterdam, por ejemplo, es el Poezenboot, literalmente “el Barco de los Gatos”, una embarcación llena de michis que suele estar anclada en los canales de la ciudad.

El legendario Barco de los Gatos está en los canales de Ámsterdam desde hace 45 años. Foto: X / Poezenboot

Desde hace 45 años, en este espacio se da alojamiento, cuidado y atención médica a gatitos sin hogar durante periodos de más o menos un año, hasta que encuentran una familia neerlandesa, algo que no es difícil porque en la región los michis son la mascota número uno.