- Un dramático suceso está marcando tendencia este mes de diciembre en Europa. En 2017, el británico Alex Batty de entonces 11 años, se encontraba de vacaciones en España junto a su madre y su abuelo. Sus familiares no imaginaron que el menor desaparecería sin dejar rastro.
- Todo parecía transcurrir con normalidad en las vacaciones familiares, pero la madre de Alex parecía guardar un gran secreto que habría llevado al extravío de su propio hijo.
Esta historia parece salida de una película, sin embargo, es parte de una dramática realidad que vivió Alex Batty en 2017 mientras vacacionaba junto a su mamá y su abuelo en Marbella, España. La abuela del niño denunció que su madre se lo había llevado con intenciones de unirse a una secta y desaparecer del mapa.
Después de pasar por Málaga, el 8 de octubre de 2017, se perdió todo rastro del menor Alex Batty su madre y su abuelo. Rápidamente denunciaron su desaparición a las autoridades, sin embargo, la búsqueda no dio resultados y el menor estuvo en calidad de extraviado por más de 7 años.
El milagro sucede: Alex Batty reaparece deambulando por las montañas
Cuando todo se creía perdido, un conductor que manejaba por la comunidad de Revel, divisó a un joven circulando al lado de la carretera cargando una mochila y un patín. El automovilista, preocupado por el estado del joven, se detuvo a preguntarle si se encontraba bien.
El adolescente se identificó como Alex Batty y narró al buen samaritano que estuvo caminando por cuatro días después de escapar de una secta espiritual enclavada en los Pirineos franceses a la que su madre lo había llevado a la fuerza. Según narra el conductor, el muchacho no parecía trastornado por el suceso y expresaba alegría por haber podido huir del lugar.
Después se reveló que la madre se llevó al menor a la secta de La Luz del Mundo, una iglesia de origen mexicano que se expandió por Europa.
¿Qué pasó con Alex Batty y su mamá?
Las autoridades francesas reportaron que el joven se encuentra bien de salud, y que tras los exámenes físicos y psicológicos que le practicaron, no hay evidencia de que haya sufrido abuso o maltrato en la presunta secta de la que fue presa. También refieren que el joven solo estuvo dos años en Francia y no queda claro dónde estuvo los otros cuatro años que estuvo sin localizar.
De su madre y de su abuelo no hay rastros, y el joven Alex Batty, que ahora tiene 17 años, será devuelto a Inglaterra con sus familiares cercanos.