PIENSA JOVEN

El mundo feliz en la política

Las elecciones y los jóvenes universitarios

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Es muy común escuchar a los alumnos tener conversaciones sobre política en las mesas cercanas; no es ninguna novedad. Muchos de ellos terminarán ocupando cargos en el sector público o se verán involucrados en campañas políticas. Por eso, invito a reflexionar sobre un tema del que se habla poco, pero que nos afecta profundamente.

 

Nos encontramos en un proceso electoral interesante; en 2024 se elegirán nuevas diputaciones, gubernaturas, la presidencia, alcaldías, entre otros. Lamentablemente, hay prácticas en la política mexicana que no han cambiado del todo. Venimos de un régimen autoritario de un partido único que nos enseñó y estableció esta forma de hacer política como pilar, y ahora es un problema arraigado sin una salida clara. ¿Cómo aprender a tener un país democrático cuando vivimos bajo una dictadura disfrazada de democracia? Las noticias falsas (fake news) han desempeñado un papel importante en los procesos electorales, al igual que la generación de bots; estos bots publican noticias y promueven ideas con la intención de influir en nuestra forma de pensar.

 

¿Hasta qué punto nuestras ideas son nuestras? A menudo, asumimos como verdaderas afirmaciones creadas por bots al debatir. ¿Cuántas veces hemos escuchado noticias amarillistas sin sentido? El problema es que afectan la imagen de los candidatos y generan desinformación. Peor aún, cuando se combina el patriarcado con las fake news, se crea violencia hacia las candidatas y una desventaja aún mayor para las mujeres. Recientemente, surgió una noticia amarillista que acusaba a una candidata de tener un hijo con el hijo del actual presidente; lo terrible de esto es que comenzaron a utilizar esta difamación como un argumento "válido", a pesar de que la acusación está llena de incoherencias evidentes como la diferencia de edades y los cronogramas. Sin embargo, cuando las mentiras se repiten constantemente, se convierten en una "verdad" en nuestra sociedad.

 

Este problema se ha visto en todo el mundo como en el famoso caso de Trump. Este caso ha sido estudiado y se ha demostrado que su equipo de informáticos creó miles de bots y fake news que influyeron en los resultados de la campaña, lo que lo llevó a la victoria. No es un asunto menor; muchos escritores y estudios han abordado este tema. Ya no se trata de conspiraciones o de algo que está de moda, sino que tiene un impacto real en el voto y, por lo tanto, en nuestra democracia. Según un estudio realizado por la Universidad de Princeton, 6 de cada 10 personas son influenciadas por fake news.

 

Byung-Chul Han, en su libro Inforcracia, habla del problema con los algoritmos. Cuanto más tiempo pasamos en las redes sociales, más nos sumergimos en una burbuja de información que refuerza nuestras creencias, basadas a menudo en discurso en lugar de en la realidad. Esto solo refleja la visión del mundo que queremos, pero no la realidad en la que vivimos ni la verdadera opinión pública. Así como preocupa que las personas que aspiran a cargos públicos nunca hayan estado en territorio y no conozcan las verdaderas necesidades del pueblo mexicano, también debería preocuparnos repetir y argumentar con opiniones interiorizadas, asumidas como propias, cuando no lo son.  

 

Soy un firme creyente de la participación activa en la política, ya que "quién no grilla no brilla". Siempre debemos exigir y opinar, porque de eso se trata la vida pública. Sin embargo, merecemos un mayor debate como país y mantener firmes nuestras convicciones. Esto es lo que nos da identidad, pero no debemos encerrarnos en una burbuja repitiendo ideas sin cuestionarlas. Continuar con estas prácticas en las campañas políticas nos convierte en cómplices y, como jóvenes, debemos aspirar a ser el relevo generacional que cambie la política, con convicciones sólidas respaldadas por argumentos sólidos. De lo contrario, nos convertiremos en lo que siempre hemos criticado y la desconfianza en nuestra política seguirá aumentando.

Por: Fernanda Salazar, Lic. en Economía, ITAM

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