La generosidad es una de las costumbres cristianas más valoradas por la Iglesia Católica. Su ejecución casi siempre es resaltada en las vidas de los santos registrados por el Martirologio romano, la guía oficial dedicada a estas personas de fe.
La de San Pedro del Barco de Ávila, quien es recordado durante esta fecha, es una muestra más sobre la forma en la que, más allá de los milagros, la práctica de esta virtud es la que permite al hombre común encontrar la santidad.
¿Quién fue San Pedro del Barco de Ávila?
Pedro nació en el año 1088 en la localidad de Barco de Ávila, en Castilla. Desde muy pequeño fue reconocido por su afinidad espiritual, la cual se manifestaba siempre en obras piadosas, lo que le ganó el favor de sus vecinos.
Hijo de una familia de campesinos, se retiró al campo para llevar una vida de oración tras la muerte de su padre. Se dice que, junto a San Pascual del Barco de Ávila, hizo una completa vida de penitencia en este lugar.
Aunque pocas veces se retiró de su lugar de oración, cuando lo hizo fue para apoyar a sus vecinos. En una ocasión, como el pueblo sufría hambre, San Pedro del Barco de Ávila aplanó un cerro para que la gente tuviera un sitio dónde sembrar.
Se dice que, días antes de morir, sintió sed y le pidió a un niño que le trajera un poco de agua. Del manantial, que en la actualidad sigue siendo sitio de peregrinación, brotó de forma milagrosa vino.
¿Qué otros santos católicos se celebran hoy?
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- Santa Cirenia
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- San Marcelo de París
- San Maturino de Larchant
- San Rómulo de Bourges
- San Severino de Tívoli
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