PANORAMA SOCIAL

Nunca jamás aceptemos la violencia y el racismo de la guerra

El mundo está viviendo muchas crisis de valores y humanidad, no debemos normalizar la violencia

TENDENCIAS

·
La guerra en Israel ha dejado cientos de muertesCréditos: AP

Mi querido lector: hoy me es imposible escribir mi artículo como siempre. Los actos terroristas sufridos en Israel este fin de semana no me permiten pensar en otra cosa.

Estoy realmente consternada por lo que sucede. Soy descendiente de emigrantes judíos que lograron escaparse de Europa antes del holocausto debido al fuerte antisemitismo y persecuciones que vivían día a día.

Mi abuelo Samuel salió huyendo de Polonia cuando empezaron los pogromos, lo cual significaba que llegaban a sus pueblos, quemaban todo, violaban a sus mujeres, mataban a quien podían y les robaban todo. Contaba cómo su padre los acompañaba a la escuela escoltándolos con un hacha porque los apedreaban en el camino.

Bajo esas circunstancias se escapó a los 17 años, escondido en un barco de carga para venir a América y buscar una mejor vida. México le abrió las puertas y por lo mismo vivió agradecido con esta nación hasta su último día. Poco a poco fue trayendo a los familiares que pudo hasta que estalló la guerra y tuvo que esperar a que terminara para ver quién había sobrevivido el Holocausto.

Así fue como trajo a México a mi tío David (a quien le habían matado a toda su familia en el campo de concentración) con su esposa Frida, a quien conoció en el campo de concentración y en donde se casaron. En fin, eso es otra historia. Pero lo que desde pequeños nos enseñaron a todos los judíos es a nunca dejar que esto pase, a conocer y estudiar perfectamente la historia para que nunca se olvide.

Mi abuelo siempre decía que eso no podría volver a suceder nunca, que era porque EU no sabía, que nunca permitiría algo así. Que el mundo jamás aceptaría algo así. Cada que veo una película, leo un libro, voy a un museo, veo un documental del holocausto, de los ghettos, siento una impotencia terrible de que el mundo dejó que esto sucediera, durante seis años a seis millones de judíos.

¿Pero hoy es diferente no?

Hoy no aceptamos la intolerancia, el racismo, el bullying. Hoy eso no puede pasar. Hoy todos somos partidarios de los derechos humanos. Hoy sabemos que todos somos iguales y que todos tenemos derechos. Y existen las redes sociales, al minuto que sucede algo, el mundo entero se entera y no permitiría que nada malo pase. ¿Estamos muy seguros no?

¡Pues desgraciadamente no! Este 6 de octubre en la madrugada sucedió algo inimaginable. Para todos los judíos fue como revivir un episodio del holocausto. Para la humanidad fue desgarrador. Con la diferencia de que nos enteramos al instante, en vivo, con imágenes y a todo color. 

Las imágenes de la humillación, deshumanización de los niños, ancianos y mujeres es desgarradora. Los testimonios dados por sobrevivientes son difíciles de digerir. Pero lo peor de todo es la justificación de estos actos en el nombre de la historia, en el nombre de la libertad de territorios concedidos por la ONU a Israel hace 80 años. Hablar de estos bárbaros como guerreros de la libertad es aceptar asesinatos, secuestros y barbaries.

Duele ver las manifestaciones alrededor del mundo que celebran esto y lo ven como victoria, a las “influencers” que divulgan información falsa, la desinformación, las mentiras, las calumnias, el miedo de la gente de expresar su repudio a los actos de terror de Hamas por miedo a ser criticados o perder seguidores. No se trata de ser pro-Israel, se trata de ser pro-humanidad.

El mundo está viviendo muchas crisis, sobre todo crisis de valores y humanidad. Sólo te pido te informes bien en cuanto a esto y en cuanto a cualquier situación que decidas dar tu opinión. Pero no debemos normalizar nunca la violencia.

Si crees que el mantenerte al margen y no tomar partido es lo correcto piensa de nuevo:

“La indiferencia puede ser tentadora, es mucho más fácil mirar hacia otro lado. Es después de todo, más cómodo y desde luego más seguro. La indiferencia reduce lo que está en juego en todos los campos de la vida humana… En un mundo lleno de guerras, conflictos y sufrimiento, la indiferencia puede ser más peligrosa que la misma ira y furia”, Elie Wiesel, sobreviviente del Holocausto y Premio Nobel de la Paz 1986. 

 

POR BRENDA JAET

MAAZ