Si bien la temporada de huracanes se encuentra a solo unas semanas de concluir, nuestro país y las regiones vecinas siguen y seguirán sintiendo sus efectos durante un periodo extenso ya que este tipo de fenómenos naturales llegan cargados de una intensa energía que se proyecta a todos los niveles, y las personas no son la excepción.
Es cierto que estos fenómenos dejan con frecuencia a su paso muerte y desolación, pero tampoco es la regla, también traen consigo muchos movimientos energéticos que pueden ser aprovechados por todos para beneficio personal y colectivo. De acuerdo con la astrología, el ciclo de huracanes que año tras año vivimos es una excelente oportunidad para extraer lo positivo de la circunstancia.
Los huracanes liberan gran energía que puede ser canalizada de una manera distinta y positiva si se sabe identificar el momento idóneo para hacer. Incluso la milenaria filosofía zen del budismo enseña como aún de las peores situaciones siempre el ser humano puede aprender algo y sacarle provecho para su desarrollo y afianzar su potencial innato.
La filosofía oriental
Según esta filosofía, en la tradición del Yoga todo tiene los dos tipos de energías: el yin (negativa, pasiva, receptiva) y el yang (positiva, activa, dadora), mismas que al estar en equilibrio permiten la vida, no obstante, al verse una de ellas desestabilizadas puede traer complicaciones.
Una de ellas impulsa mientras que la otra frena, pero su coexistencia es elemental para sostener la vida. En el caso particular de los huracanes son energía yang en acción, por lo que para generar un equilibrio se requiere recurrir al yin, su energía contraria que lo compensa. Una vez entendido este punto, dependerá de la naturaleza de cada elemento del signo zodiacal al que se pertenezca la manera en la que se puede encauzar la energía que proyectan estos fenómenos naturales.
Por ello los huracanes son una excelente oportunidad para eliminar de nuestras vidas las cosas negativas así como toda aquella programación que nos impide impulsarnos y proyectarnos con todo nuestro potencial. Una de las maneras más efectivas de hacerlo es escribir en papel, previo a la llegada del ciclón, todo aquello que consideramos está frenando nuestro desarrollo; desde el desamor, los miedos, la enfermedad, la tristeza, etc.
Una vez que el meteoro ha pasado, este papel debe ser cortado en siete pedazos, un número místico, y proceder a deshacerse de ellos ya sea tirándolos a la basura o quemándolos. Una vez hecho este procedimiento se percibirá una sensación de paz, tranquilidad, ya que es lo que trae consigo este ejercicio de sanación.
Así puedes usar la energía de los huracanes según cada signo zodiacal
Signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario): el fuego es un elemento presente en los huracanes y se puede canalizar realizando la llamada “meditación del fuego interior”, la cual consiste en meditar por unos minutos mientras se respira hondo, de manera tranquila y se visualiza esa energía dentro del ser, la llama violeta purificadora.
Signos de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio): otro elemento involucrado en los ciclones que conecta con el sentimiento de apego que tienen todas las personas, sobre todo a lo material, y hace pensar en lo verdaderamente valioso, más allá de los deseos, lo cual es lo intangible como la familia, el amor y la vida misma. Por lo que cuando ocurra un fenómeno parecido es recomendable reconocer esto e impulsarlo, dando tiempo a lo importante.
Signos de aire (Géminis, Libra y Acuario): la energía de los huracanes se enmarca también en los efectos de los vientos y conecta de esta manera con los signos que comparten este elemento, ya que pueden canalizarla mediante su fuerza mental, solo requieren tomarse su espacio para mediar y depurar los puntos negativos que los aquejan. También se recomienda beber un vaso de agua con zumo de limón a temperatura ambiente, ya que es una combinación refrescante y purificadora.
Signos de agua (Cáncer, Escorpión y Piscis): los nativos con el elemento agua deberán escribir en un papel todas aquellas cosas negativas que les ha pasado y colocar el papel en un recipiente con agua, de preferencia utilizando el agua de lluvia del ciclón, una vez que haya pasado la tormenta más intensa. Esta es una forma simbólica de eliminar todo lo que obstaculiza el desarrollo personal.
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